sábado, 21 de septiembre de 2024

II Ciclo Breve de Monólogos Teatrales Femeninos 2024 II Parte

MARÍA TALLCHIEF, MY BEAUTIFULL FIREBIRD

Dramaturgia y lectura dramática: Nadia Rosero Duración:09:31 Producción: Laberinto Teatro Ecuador Quito, septiembre 2024.




SHAKINA NAYFACK, UNA PLAYA TROPICAL AL ALMANECER
Dramaturgia y lectura dramática: Nadia Rosero Duración:09:52 Laberinto Teatro Ecuador Quito, septiembre 2024.



jueves, 5 de septiembre de 2024

AMOR Dramaturgia Nadia Rosero. Laberinto Teatro 2024






 

AMOR
DRAMATURGIA NADIA ROSERO

 

PERSONAJES

MARINA

ALBERTO

IGNACIO

ESPERANCITA

 

 

 

 

 

 


AMOR

DRAMATURGIA NADIA ROSERO

Dos edificios antiguos enfrentados en el barrio de la Floresta en Quito de ventanas abiertas con marcos de madera envejecida; ahí están Marina, una cantante de ópera y Alberto escritor frente a una máquina de escribir antigua, ellos llevan más de quince días sin poder salir de sus respectivos apartamentos debido a la pandemia mundial del Covid19. Desde sus ventanas se observa la decoración sencilla y alegre del departamento de Alberto, y desde la de Marina se mira el sillón del salón dentro de un espacio bastante decorado, estilo rupestre y de colores vivaces. Ellos se comunican al mundo exterior, a través de las ventanas respectivas de sus dos edificios, se miran y espían inconscientemente durante el alargado tiempo del confinamiento.
Marina, un poco desesperada, desaliñada usa su pijama con pantuflas y está sentada en el sillón de su sala. Suena el teléfono y acude a contestar.

MARINA: (Gritando al teléfono.) ¡La puta mierda, que lo parió! Habrase visto, ¿y, por qué me los dices ahora?, no podías esperar otro momento para decirme esto. No así, y en medio de una pandemia. ¡Eres un imbécil! ¡Cobarde!, ¡Idiota! (Sigue gritando al teléfono.) Encima, te estoy esperando, a que llegues algún día, y ahora en medio de ésta cuarentena, me lo dices. ¡Mierda!, ¿quieres el divorcio?, así, y a la distancia. ¡No me jodas!, ¿y qué te hizo cambiar de parecer? No se supone, que es momento de reflexionar sobre lo importante de estar el uno cerca del otro, pero a vos, ¿qué te va importar?, hace tanto tiempo estás tan distanciado. ¡Eso! (Reafirma.) ¡Eso, bien, pero bien lejos! ¡Y yo cuidando de tu gata Mauci a la distancia! (Respira.) Por suerte, no tuvimos hijos, porque eso, sería un desastre completo. Es que nada. No hay excusas, qué bueno hayas reflexionado en tu tiempo libre, y decirme ahora, que quieres el divorcio. (Orgullosa.) ¿Habrá que esperar, que abran un consultorio de abogados para firmar esos papeles de divorcio, o ¿qué crees? (Marina sigue dando vueltas por el salón de la sala junto a la ventana.) ¿No me jodas? Y ahora, me vienes a hablar de división de propiedades. (Histérica.) ¡Quédate con todo!, y no me jodas más, eso con lo poco que hemos adquirido. Y justo ahora, lo único que te importa. Tú insensibilidad, me mata. Me hubieras preguntado, al menos. Sí estaré bien de salud, sí tengo alguna mascarilla de protección para el coronavirus. Pero nada, qué se puede esperar de ti. (Más enojada.) ¡Nada!, sí hace tiempo que lo sé. Solo, que me he comportado como una boluda todo éste tiempo, escuchando tus palabras, y teniendo paciencia a cada momento, aunque, no esté de acuerdo con muchas cosas, pero me sales ahora con qué te has enamorado nuevamente, y en medio del coronavirus.  Ni me cuentes, seguro estarás pasando la cuarentena con la susodicha. (Muy susceptible.) Y yo, aquí en éste desierto esperando, a que llegues o que al menos te preocupes por la Mauci y vengas a darle de comer, te recuerdo, que ahora es nuestra gata Mauci, araña las paredes, porque no le das de comer a diario. Pero a vos, no te importa. Ni siquiera, te importo el conavirus, ni nada. (Enojada.) ¡Lárgate y ándate con esa de vacaciones! ¡A las Islas Caiman!, o mejor aún sería un buen momento para viajar a Venecia en pareja. Pero a mí, ¡déjame en paz! (Armándose de paciencia.) ¿Y qué disfruten?  ¡Sean felices! A mí, no me jodas. (Indignada.) Ten un poco de tino. Te desapareces, no me llamas, y solo lo haces para confesarme ésta putada. Siempre fuiste un imbécil, solo que no lo veía con claridad. Crees, que las esposas somos desechables, eso te piensas. Vos, me dijiste otras cosas, y ahora cambiaste totalmente de opinión. No te reconozco. ¿Eres Ignacio, cierto...? Y solo te preocupa, que te envíe tus cosas…Bueno, no me jodas, ven a retirarlas tú mismo, o si quieres te las lanzo de una vez por la ventana y las vienes a recoger. (Se contiene.) Dame un poco de paciencia. ¡Dios mío! Pensé, que era suficiente esa negligencia Institucional, pero no pues, encima una marital, me caes, como una bomba, ahora. (Más enojada.) No me llames, en tu puta vida. No me hace falta. ¿Me entiendes?  ¡Adiós!. (Mira a Mauci y tapa el teléfono.) Mauci, dile adiós a éste patán. (Mauci maúlla fuertemente.) ¡Miau…Miau … ¡Adiós! ¡Chao! Adieu! Arriverderci! (Cierra el teléfono intensamente, camina lentamente tocándose la cabeza, agarra una chanqueta, la lanza por la ventana y agarra a su gatita Mauci.) ¿Lo ves Mauci?, te lo dije. Nunca, nos quiso. (Le acaricia.) Vos y yo vamos a salir solas de ésta pandemia. (Le acaricia con cierta ternura y tristeza.) Ese es un vanidoso. Nunca, nos quiso Mauci, solo se quiso a sí mismo, y a nadie más. (Respirando entrecortadamente y mirando a su gata.) Mauci, ¿por qué, nos hace esto, justo ahora? No pudo al menos por un poco de decencia, esperar un poquito… Al menos, que se acabe la cuarentena del coronavirus. Al menos venga a casa a decírmelo, cara a cara. Pero, ni eso. Por eso mismo, nos cae la maldición del coronavirus. (Mirando a la gata.) ¡Diablos!!!! ¡Diablos!!! ¿Quién mierda, me dijo, que me case? (Bate a la gata con fuerza, se acerca a la ventana de su salón y mira la chaqueta de Ignacio sobre el pavimento.) ¡Mierda!!!! ¡Eres un imbécil!

Alberto sale de su ventana al escuchar el alarido, mira a Marina con preocupación y registra la chaqueta caída.

ALBERTO: ¿Le pasa algo?, ¿se le cayó?

MARINA: (Avergonzada.) No se preocupe. ¡No nada! Disculpa (Cierra su ventana y se sienta en el sillón de su casa.) Ahora Mauci, ¿qué vamos a hacer? Bueno, partimos de cero, otra vez. Y solo pensar, cuántas veces me llamaba, para que le dé llevando sus carpetas, para que le pase esa flash, para que le llame a su secretaria. ¿Su secretaria? (Desconfiada.) ¡Qué boluda, que soy! ¡Qué trillado que sos!! La típica, me tocó a mí. La típica historia de que se va con su secretaria. Razón, que la tipa me preguntaba tanto sobre él. ¡Qué boluda soy!  (Sale a la ventana nuevamente y grita.) ¡Qué boluda soy!!!! (Se escucha el eco del grito.) ¡Sos una boluda!, vos abriendo la cancha para la puta secretaria, razón que cuando vino ese día se puso colorada y se le cayó el cubierto de la mesa. Le noté su nerviosismo. ¡Sos una boluda! Y, el idiota de mí ex, se cree, que no sé con quién está. (Se agarra de los cabellos.) Claro con la pelotuda de su secretaria. Eso es lo peor, ni siquiera, un poquito de buen gusto. Se fue a meter con esa dientona. ¡Sos una boluda! Y encima, ofreciéndole el pedacito de pastel. Como no me di cuenta. (Grita por la ventana.) ¡Sos una boluda!!!! ¡BOLUDA!!!!

Alberto, el vecino vuelve a salir por la ventana. Marina mira de nuevo a Alberto y mueve la mano con señales, como diciéndole, que no se preocupara y luego cierra la ventana.

MARINA: ¡Ay Dios!!! Qué se revuelque con la pelotuda de su secretaria. (Histérica e indiferente.) ¡No me importa! ¡Quiero el divorcio! (Mira, a su gata.) ¡Quiero el divorcio Mauci!, ¡Esto, ya no tiene sentido! No solo, me ahogo con esto del coronavirus. Sino que naufrago, en éste matrimonio sin sentido. Esa es la pura verdad, Mauci. Yo tampoco, le quiero como antes. (Con dignidad.) Así, que mejor, que fuera él, quién diera el primer paso. Además, éste seudo matrimonio se ha convertido con el tiempo en un contrato de responsabilidades múltiples, pero lo que se dice, amor. ¿Amor? (Le pregunta a Mauci.) Eso solo existe en las películas, una verdadera ficción. La realidad puede parecerse al coronavirus. ¡Atroz! Y esperando hasta media noche su llamada, ¿y, para qué?, para que me diga que se marcha, Mauci. (Mira a su gata.) Bueno, así es la vida Mauci. Debemos pensar en sobrevivirle a ésta pandemia. ¡Ya me desespera!

Alberto preocupado escucha la voz alta de Marina y se coloca en su balcón de la ventana del frente y la mira con detenimiento con cierta preocupación y curiosidad hacia ella, y le grita en voz alta desde la ventana del edificio de enfrente.

ALBERTO: ¡Vecina! ¡Vecina! Disculpe. ¡Ey!, vecina.

Marina se acerca enojada a la ventana lentamente cargando a su gata Mauci. 

MARINA: Sí, dígame.

Alberto le saluda muy sonreído a Marina y ella se siente un poco menos furiosa.

ALBERTO: Disculpe, ¿será qué puede hacerme un favor? Con lo de la cuarentena, no hay como salir. Y no hay papelerías abiertas.

MARINA: Sí, decime.

ALBERTO: ¿Tal vez, tendrás hojas de papel bond? Se me acabaron y necesito unas pocas.  

Marina sonríe irónica y recuerda los múltiples paquetes de hojas de papel bond sobre el escritorio de su ex marido.

MARINA: Tienes suerte, tengo un montón. Ya te las paso, sí quieres.

ALBERTO: Seguro, no te molesto mucho (Hace señales con la mano.)

MARINA: No, para nada. A ver, ya nos ideamos algo para pasártela.

ALBERTO:  Espérame, un toque.

MARINA: Bueno. (Regresa a su situación personal.) ¡Vaya qué día de mierda!

Alberto sale al balcón de su ventana con una cuerda de colgar la ropa y se la lanza desde el otro edificio.

MARINA: ¡Lánzala otra vez!

La cuerda choca contra la pared, y Alberto le lanza la cuerda nuevamente con mayor fuerza.

ALBERTO: ¡Agarra la cuerda! Disculpa, ¿cómo te llamas?

MARINA: ¡Marina!

ALBERTO: María.

MARINA: (Gritando.) No, me llamo Marina. ¡¡¡ Marina!!!

ALBERTO: ¡Ah, Marina!, un lindo nombre.

MARINA: (Se sonroja.) ¡Gracias!
ALBERTO: Tengo ésta urgencia ahora y no hay papelerías abiertas, ya te imaginarás.

MARINA: Sí, lo sé. No te preocupes. ¡Lánzame la cuerda!

ALBERTO: ¡Dale! A la una, a las dos y a las tres. (Le lanza la cuerda.) ¡Agarra!

MARINA: ¡Con mayor fuerza!

Alberto vuelve a lanzar la cuerda con mayor fuerza, Marina la agarra, hace un nudo y señala con la mano que espere, mientras regresa con un balde, pone el paquete de hojas dentro y amarra fuerte la cuerda al redondel del marco de su ventana. Se escucha el sonido de helicópteros sobrevolando el vecindario y sus edificios, minutos después,  también el de una ambulancia. Marina mira al cielo con cara de preocupación y se despide de Alberto.

MARINA: Ahí, va.

ALBERTO: Gracias, Marina.

MARINA: De nada. (Cierra su ventana.)  El coronavirus nos está matando como a moscas. De un chasquido y sin más.  

Marina chasquea sus dedos por dos ocasiones con cierta ironía y luego se dirige a la mesita central, saca la fotografía del retrato de madera en la que está junto a Ignacio abrazados en la playa de los frailes, se queda mirando suspendida por varios minutos, se dirige a la cocina, busca un mechero, regresa y lo enciende cerca del filo derecho de la fotografía, pero la mecha disminuye abruptamente, y ella intenta encenderla varias veces sin un resultado positivo. Luego se dirige a la ventana y la abre nuevamente.  

MARINA: (Muy enojada.) ¡Diablos, qué buena suerte la tuya Ignacio, y justo ahora! (Grita.) ¡Disculpa! (Grita más fuerte.) ¡Vecino!!!! ¡Vecino!!!

Alberto saca la cabeza por su ventana.

ALBERTO: Sí, decime.

MARINA: ¿Tal vez, tendrás un mechero de cocina?  Se me acabó. Ya no enciende.

ALBERTO: Claro, ya te paso.

MARINA: ¿Cómo te llamas?

ALBERTO: ¿Qué?

MARINA: ¿Qué cómo te llamas?

ALBERTO: ¡Alberto!

MARINA: (Sonríe.) Alberto, me prestas tu mechero.

ALBERTO: Claro, me espera unos segundos.

MARINA: ¡Dale!  (Para sí mismo.) Es re buena onda éste chico. Lindo su nombre. Se llama Alberto, nada mal. No como éste pelotudo. Ya, ni me acuerdo su nombre. Ah sí, se llama Ignacio. Mi ex…Mi ex marido Ignacio. El nombre era re feo. Nunca me gustó.

Alberto regresa con el balde y le pasa el mechero.

ALBERTO: Ahí va.

MARINA: (Con ojos luminosos.) En un rato, te lo devuelvo.

ALBERTO: No te preocupes. Me avisas.

MARINA: ¡Gracias, Alberto! Marina agarra el mechero para encender la cocina. En éstos tiempos de coronavirus es difícil conseguir un simple mechero. Los quioscos de los chinos están cerrados; y ahí consigues de todos los tamaños, colores y variedades. Pero ahora, conseguir un puto mechero es un verdadero milagro. Y, ni hablar las mascarillas, una misión imposible. Pero la gente se arrojó al papel higiénico, carritos de supermercado llenos de rollos de papel. (Con rabia.) Como si fueran los únicos con derecho a limpiarse el culo en el mundo. Y el precio de las mandarinas explotó, por los aires. Más del doble. (Intenta olvidar, el tema.) ¡Éste chico es re lindo!, ¿qué hará?, ¿qué escribirá? ¡Diablos, otro escritor! ¡Tengo una suerte! ¡Sácate esos pensamientos de la cabeza!  (Ella se pasea con el milagroso mechero, antes de llegar a la cocina se detiene abre un cajón del mueble del salón, saca una cajetilla de cigarros.) En éstos días, mi corazón se acelera, no hay como fumar, pero estoy muy nerviosa y con tremenda ansiedad. (Mira su cigarrillo.) Y éste cigarrillo disminuye mi sistema inmunológico. ¡Diablos!, ¡qué días tan mierdas vivimos! (Respira.) Hay que tener calma y paciencia. (Respira.) Así, lo recomiendan algunos videos on line de sets virtuales de meditación para encontrarse con el universo, conectarse con la tierra, con el espíritu y el alma. ¿Pero, qué tierra por Dios? ¿Sí estamos hechos pedacitos? No hay como salir, ni al parque. ¿Lo pueden creer? Ni al parque. Son éstos tiempos complicados de pandemia. No hay como comunicarse con las personas allá afuera, solo se sale para hacer la compra y regresar. Estamos en cautiverios, enjaulados en nuestras propias casas. Ahora puedo tener una idea de lo que vivió Assange. (Respira.) Me siento apresada y por más que medite unos segundos…Me olvido, trato de fingir que la situación exterior no sucede… (Triste.) Cada vez, aumentan los contagios y la gente va desprendiéndose del mundo cruelmente.  Y, el número siniestro aumenta exponencialmente cada hora en el mundo. Cada vez es mayor…Y, yo me contengo. Me digo, ¡Respira! ¡Respira! ¡Respira más hondo! Y el pelotudo del Ignacio, decide éste momento, dónde se expone mi mayor fragilidad, decide largarse.  Y me digo, respira hondo y profundamente.  Ya no hay comida en las perchas de supermercado. Y me digo,  ¡Respira!, punto fijo y concéntrate. Y se escuchan, otra vez, el sonido de las ambulancias, que vienen a recoger a personas sumamente enfermas confinadas en sus casas, y esas camas quedan vacías de esas almas doloridas. Y el barrio se vacía por el coronavirus. Y me digo, ¡Respira. ¡Concéntrate! ¡Punto Fijo!  Mientras, los pelotudos de éste gobierno nos hacen un gran feriado estatal.  Y me detengo, y me repito. ¡Inhala y exhala! ¡Inhala y exhala! ¡Inhala y exhala conteniendo los pulmones! Y, además, nos están robando cínicamente y éstos cojudos quieren, que finjamos, no darnos cuenta. Y me digo, tranquilamente. ¡Inhala, y exhala! Mientras los sanitarios desfilan en primera fila desprotegidos a éste matadero humano. Y me digo, inhala y exhala. ¡Respira profundo!, inhala y exhala, vuelve a respirar. Esto no está pasando, es una pesadilla y debo elevar mi vibración para que solo buenas cosas vengan. Y me digo, inhala y exhala para atravesar éste universo cósmico y estar en Paz conmigo misma en el mundo actual. Y me digo, inhala y exhala, mientras aumentan allá fuera las fosas comunes como en una II Guerra Mundial. ¿Será ésta la tercera? Es ahí, cuando me contraigo, me da un ligero temblor y me levanto de meditación Zen para volver a encender mi puto cigarro, y aligerar mi puta ansiedad. (Agarra el cigarrillo y lo encienda.) ¿Qué mierda es esto? Por Dios, las noticias son cada vez más catastróficas. Y parecería, que no pasa nada. No será que la pandemia es un experimento bien armado de bio terrorismo… (Un poco asustada.) Y no nos damos cuenta. Habitamos de forma muy amigable por ejemplo una III Guerra Mundial, los indicios son clarísimos pero silenciosos. ¡La puta mierda!, y aún, no sale la vacuna, o será que ya existe, y mandan al matadero a la gente de forma intencional. Sí lo pensamos, un poco. Justo están muriendo, la mayoría ancianos en total indefensión. Un virus letal cercena y se carcome a nuestra especie. Y cómo seres inteligentes, súper avanzados tecnológicamente como en Japón, se supone. ¿Cómo es posible, que no podamos contar con una vacuna, o algo para mitigar nuestro propio exterminio humano? Eso es lo que nos pasa, estamos testimoniando en vivo y directo un exterminio sutil de nuestra especie, de manera silenciosa y letal. (Irónica.) Digamos, un tanto amigable, si quieren. ¡Es pavoroso! Algo así, como ir a un campo de concentración en la lucha dentro de un hospital, como sutil es conseguir un respirador y tirar una ficha de la suerte al destino y ver si sales libre de ésta.  ¡Es horroroso!!!!! (Comienza a fumar con mayor ansiedad.) ¡Ya falta cinco minutos para las 8pm!!!! (Marina deja el cigarrillo a un lado sobre el cenicero, abre su ventana, mira de lejos a Alberto, le sonríe alegremente y aplaude con más fuerza. Ya es la hora, en dónde todas las personas salen a aplaudir desde sus ventanas, las paredes retumban de algarabía, siendo el único sonido eufórico que se escucha durante el día, los vecinos enaltecemos la heroicidad de nuestros médicos, los que salvan las vidas de sus pacientes infectados allá afuera. Marina aplaude con muchísima fuerza, haciendo, que el sonido retumbe sobre las superficies de las paredes. Alberto se acerca, abre su ventana y aplaude, los dos se miran cómplices de lo que acontece, y al mismo tiempo contentos por sentirse acompañados de alguna forma de entre todo el vecindario que aplaude. Se escuchan sonidos eufóricos de fuertes aplausos y el silencio tenebroso se diluye en el vecindario para dar paso al estallido sonoro de las multitudes parecido al de un estadio de fútbol. De lejos, se percibe la colectividad del vecindario liberado por momentos de la idea del cautiverio.)

MARINA: Alberto, espera un rato (Le hace señales del mechero.)  

ALBERTO: ¡Deja no más! Mañana, me lo devuelves. No hay lío.

MARINA: ¡Gracias! (Marina se despide con la mano, cierra la ventana del salón, recoge nuevamente su cigarrillo, lo sacude y vuelve a fumar.) Mejor me voy a componer algo.
(Ella apaga su cigarrillo, cae en cuenta que Alberto ha apagado la luz de su ventana,  enciende la de su habitación, sigue sus movimientos cautelosamente desde lejos y con mucha curiosidad.) Ignacio solo quería tener sexo. ¡Eso era todo! ¡Qué boudo! Estuvimos casados hasta hace un par de horas. Lo conozco de fondo y de forma. A ésta hora, debe estar con su secretaria, seguramente le preparó el plato típico del cortejo, pescado al escabeche con lechuguita, aceitunas y queso, el plato favorito para salvar a los muertos. ¡Diablos!!! ¡Qué se coja, a su secretaria en tiempos de coronavirus! A éste punto, me da igual. Mejor, voy a abrirme una botellita de vino, a ver si brindo por mi nuevo estado, el de la soltería. (Eufórica.) Desde hoy, ¡Señores y Señores! (Se va a la cocina e intenta sacar con mucha dificultad, evidente inexperiencia el corcho de la botella de vino, el cual se atasca. Ella jala la botella con enorme ímpetu hasta que al fin logra sacar el corcho por pedazos y abrir la botella para ponerse vino en su desolada copa.) Ignacio era el que abría las botellas de casa. Bueno, y ya no está.  Eso, voy a brindar. Voy a brindar por mi nuevo estado. (Sale al balcón de su ventana, un poco alocada, pues en tiempo de coronavirus, la realidad es una verdadera locura.) ¿Con la puta secretaria? (Agarrando la copa de vino con mayor fuerza de la normal.) ¡Qué mal gusto realmente! (Le da un ataque de risa.) La vida es así, caprichosa, a veces hermosa, y otra nos da de trastadas. Pero, ésta vez, se te fue la mano con el coronavirus. (Mira al cielo e intenta recordar la letra de la canción.) Así es la vida, a veces hermosa, y otras veces caprichosa… Y así es la vida. (Se detiene de golpe.) Así es la vida, a veces también ¡Una Mierda! (Se bebe el contenido de la copa, como si fuera agua, y vuelve a llenarla otra vez.) Brindo solita, o mejor, no tan sola. (Abre y sale por la ventana de su salón.) Brindo señores y señoras. (En voz cada vez más alta.) ¡Brindo señores! (Estira la mano en lo alto y con euforia.) Desde hoy, y qué se enteré todo el barrio. (Grita.) Soy una señorita. Una mujer divorciada. ¡Brindo! Desde hoy soy una mujer libre y soberana. ¡Divorciada, señores! (Grita con euforia a los vecinos que están durmiendo.) Qué el mundo se enteré. ¡Me divorcié! (Y grita más fuerte, hasta que la señora del séptimo piso del edificio del frente enciende la luz, sale a su balcón, sin entender bien la situación y le pide que haga un poco de silencio.) ¡Disculpe Esperancita!¡Es qué me divorcié, Esperancita! ¡Soy una mujer libre!!  ¡Y odio, el puto escabeche de pescado!!! (Salta.) ¡Lo detesto, ya no voy a comer jamás más escabeche!!! (Marina regresa con la copa en alto y enciende su equipo de música, canta una canción improvisada muy bien entonada como la cantante de ópera que es, su oficio de toda una vida, moviendo sus caderas a ritmo de la música.) Traicionero de mis noches y quebrantos, pusilánime, no me das, ni la cara…Y, es que la vida es así, a veces te quiere matar…Y digo, no precisamente de un susto. ¡Sino de esas grandes desilusiones, dónde hallarás ésta laguna de quebrantos y dolores!!!! Y, a veces me digo, nada valió la pena. Esos tantos años juntos, y ni siquiera me das la cara…En ésta tan paupérrima época, de mis dolores y quebrantos, cuando vamos directo al matadero del coronavirus. (Brinda solita.) ¡Salud! ¡Salud! ¡Salud! Ni siquiera en éste coronavirus. Nunca, me amaste. Confiesa, solo me usaste. Antes, te me arrodillabas a decirme que me amabas. ¿Y ahora?… (Se mata de la risa.) En medio de ésta pandemia te revuelcas con tu secretaria…Y lo peor de todo, me llamas para contarme. No seas cínico, sinvergüenza. No me jodas más la vida…Ya es muy tarde, ya es de madrugada…

Alberto enciende la luz de su habitación pues escucha la melodiosa voz de Marina a lo lejos, las luces de los departamentos de los vecinos están apagadas. Él aparece en pijama a medio dormir, enciende su luz, mira a Marina entonada, y ella al darse cuenta de su presencia se ríe mucho, se contiene con bastante pudor, mientras cierra de a poco la cortina.
MARINA: Toma conciencia de lo que hace. ¡Qué vergüenza! Ay no, creo que lo desperté. ¡Qué vergüenza! Mi vecino pensará que soy la borrachita del barrio o que soy una loca. (Apaga la luz para disimular un poco.) Creo, que se me fue la mano. ¡Qué mierda! Hay tanto silencio en época de coronavirus. Qué se enteré, el vecindario…Que mi ex… (Reafirma con seguridad.) Qué mi ex se revuelca con su secretaria durante todo el período de confinamiento. Y yo aquí, sin poder ni salir. Ni para reclamar. (Marina no ha podido dormir por las preocupaciones, mira como amanece a través de su ventana, se dirige a la cocina por una taza de café bien cargado, mientras mira cómo se despierta su vecino Alberto va con el pijama de la habitación a la cocina luego agarra una toalla y desaparece.) Muy lindo el vecino. Parece, que se va a duchar.  (Ella se coloca de perfil detrás del marco de la ventana.) No quiero, que me vea. Es lindo, me cae bien el chico. No había caído en cuenta de la preciosura del lindo vecino. ¿Qué hará? (Se pone un poco curiosa de querer adivinar. Alberto sale de la ducha con el torso desnudo y semi cubierto con una toalla blanca se dirige a la cocina y trata de encender la hornilla de la cocina, luego sale por la ventana, mientras Marina sutilmente se esconde un poco más detrás de la ventana para no ser registrada por él.

ALBERTO: ¡Marina!!! ¡Marina!!! ¿Estás por ahí?

MARINA: Sí, decime.

ALBERTO: Me pasas. (Hace señales del encendedor.)

MARINA: Ay, disculpa. Te paso enseguida. (Ella va a la cocina por el encendedor, y se lo pasa por la cuerda en el balde, mientras tironean de la cuerda sutilmente hasta que llega el encendedor a la ventana opuesta) ¡Gracias, Alberto!!!!

ALBERTO: ¡De nada!

Alberto regresa a la cocina, enciende el sartén y se prepara el desayuno. Marina mira con curiosidad cada uno de sus movimientos con cierta ternura, luego ella se va a cambiar, se coloca los guantes, la mascarilla y las gafas como si participara de una especie de entrenamiento espacial, pasa por la ventana mientras es registrada por Alberto. Ella le mira se ríe y enseña los guantes dirigiendo los manos hacia la calle, apenas se le mira el rostro, él se ríe un poco y mira como ella sale con su bolso para hacer la compra de la casa. El aprovecha el momento para escribir algo en una hoja de papel bond, se demora un poco y se le mira un poco pensativo, introduce el papelito en el balde y con dificultad lograr pasarlo a la ventana de Marina. Él registra la llegada de Marina como se mueve por la cocina deja la bolsa de compras, luego desaparece por momentos, regresa sin mascarilla y guantes para acomodar las compras dentro del refrigerador.  

ALBERTO: (Emocionado.) ¡Marina!

MARINA: (Apresurada sale por su ventana.) Sí, decime.
Alberto señala el balde, Marina registra el papelito dentro del balde, lo agarra y lo lee.

ALBERTO: ¿Puedes a las 6pm?

MARINA: (Muy ilusionada.) Sí, Alberto.

ALBERTO: Ahí te escribí la letra, ¿qué te parece?

Marina emocionada lee la letra de una posible canción con tintes amorosos y no es el clásico de sus consabidos hits de desilusiones de los recovecos recientes del pasado con su ex marido, sino más bien, la letra tiene sutiles tintes de confianza con esos aires de certeza inusitada, un algo indescifrable que apenas inicia.

MARINA: (Un poco nerviosa.) Bien, probamos si funciona. Creo, que podemos hacer algo.  Ya nos vemos más tarde entonces. (Marina cierra la ventana y se queda arrimada de espaldas al marco de su ventana.) Muy dulce, Alberto. (Lo vuelve a registrar, sin que él le perciba.)  Una melodía amorosa en tiempos desolados de coronavirus. Sutilmente, me estoy enamorando. Un nuevo amor se ha posado en mi ventana.

Madrid, 15 de abril del 2020.
Revisión general, Quito, 05 de septiembre 2024.

martes, 3 de septiembre de 2024

Feminismo, Política y Censura en la Dramaturgia Contemporánea de Ana Diosdado por Nadia Rosero

 

Participación de Nadia Rosero con su actual tesis doctoral «Feminismo, Política y Censura en la Dramaturgia contemporánea de Ana Diosdado», línea de investigación dramaturgia femenina, ponente en diferentes Congresos Internacionales en España, Perú y Costa Rica (2021 al presente) enfocados al campo de investigación Artes Escénicas.

2023

12 SEPT. Ponente en IX Jornadas de Investigación en Arte, organizado por la Facultad de Artes de la Universidad de Costa Rica y II Instituto de Investigación de San Pedro de Costa Rica. 


06 JUN. Ponente en I Encuentro de Investigadores Noveles en Retórica: Tópicos y figuras estilísticas, organizado por la Universidad Complutense de Madrid con la colaboración de la Sociedad Española de Retórica SERET y el Departamento de Filología Clásica de la UCM en Madrid- España.



2022

03 NOV. Ponente Congreso Internacional La Máscara Virtual. Filosofía y Ciencia en el Teatro Hispánico, mesa diálogo «Teatro y Cambio Social», moderada por Elena Cano Sánchez, organizado por la Universidad de Alcalá, Grupo de Investigación en Literatura Contemporánea (GILCO), Instituto del Teatro de Madrid (ITEM) en Alcalá de Henares - España.



23 SEPT. Ponente Jornadas del II Congreso Internacional de Investigación Teatral y Muestra Escénica. «Género, identidades y tránsitos en las Artes Escénicas en España (siglo XX- XXI», en la mesa de diálogo «A vueltas con el Siglo XX (II)», organizado por la Universidad de La Laguna y La Escuela de Actores de Canarias EAC en Canarias- España. 




2021

20 OCT. Ponente en Congreso Internacional Plataforma CARTEMAD. Otros Circuitos Teatrales en el Siglo XXI, organizado por el Instituto de Teatro de Madrid  ITEM y Facultad de Filología UCM, Madrid- España



07 OCT. Ponente en V PhDay Complutense. Jornadas Doctorado de la Facultad de Filología. Sesión IV, organizada por la Facultad de Filología y Escuela de Doctorados UCM.   




12 SEPT. Ponente I Congreso Internacional Voces Escénicas del Sur. La Escena Contemporánea en Debate en Perú.



martes, 13 de agosto de 2024

Entrevista a Nadia Rosero Revista Digital Iberoamericana Galerías del Alma (2020)

Entrevista a Nadia Rosero 
De la Revista Digital Iberoamericana Galerías del Alma(México), 12/07/2020.
Realizada por: Adriana Baldín

1.       Dime tu nombre y dame un perfil breve de tu trabajo.

Mi nombre es Nadia Rosero y soy dramaturga, actriz y directora. En general vengo de más de quince años de experiencia en el quehacer de las artes escénicas. Me licencié en artes en la rama del diseño gráfico en la Universidad, y me formé en el laboratorio Malayerba en la ciudad de Quito en el Ecuador, ahí estuve cuatro años en procesos de formación y unos cuatro años vinculados a diferentes procesos de investigación, a la par me formaban en ballet y danza contemporánea con reconocidos maestros/as en Quito y Buenos Aires mientras trabajaba como Diseñadora gráfica participando en múltiples proyectos artísticos vinculada a varias organizaciones que promueven derechos sociales, y en varios proyectos artísticos independientes. Y a lo largo del trayecto he participado como intérprete en teatro y danza en múltiples experiencias artísticas: obras de teatro, danza, performance, experimentales con reconocidos maestros y en procesos de investigación propios; y en el cine en películas, mediometrajes, cortometrajes, videos experimentales y algunos institucionales, y sigo en ello; a su vez con un interés por la fotografía pues desde hace varios años llevo un proyecto “Laberinto de la Memoria” con el registro fotográfico de las ciudades en las que he estado. Desde el 2009 llevo escribiendo textos teatrales que evidencia temáticas de inequidad social y de género, memoria y política, censura, poder y violencia donde las mujeres devienen en las protagonistas de los materiales. En el 2010 inicié mi Maestría en Dramaturgia en la Universidad Nacional de las Artes en la ciudad de Buenos Aires- Argentina, un período bastante intenso de escritura teatral en conexión permanente con el entorno enriquecido del movimiento teatral de la ciudad y en contacto con entrañables personas en el camino. Y durante el 2014 formé la plataforma Laberinto Teatro, que invita a creadores a participar en diferentes proyectos artísticos.  Y a lo largo del proceso, mis textos teatrales se han leído en Ecuador, España, Argentina, Korea, y publicado en Ecuador, México, España, Argentina, Italia y EE.UU. Desde noviembre del 2018 estoy realizando mi Doctorado en Estudios Teatrales en la Universidad Complutense de Madrid.

 

2.       Dame tu visión del teatro en tu país y en donde te encuentras ahora, ¿qué te llevó allá?

Actualmente el Ecuador pasa por un proceso fragmentado y en una crisis, que ya venía desde antes de la pandemia, y creo que ahora se ha evidenciado fuertemente, y se debe a sobretodo a cierto desamparo institucional por la falta de instauración de políticas claras que propicien el fomento del sector de las artes escénicas y eso está en gran medida en el sostenimiento de espacios permanentes de formación, el fomento a la investigación. creación, producción de obras, el fortalecimiento de espacios de circulación, y la ampliación de participación de públicos a nivel local y nacional. Y creo pertinente resaltar, que el país tardó diez años en estructurar una “Ley Orgánica de Cultura”, que recién se registra el 2016 en el Registro Oficial, y desde entonces, aún no se logra que se instaurare completamente; depende de la buena voluntad del Ministro de Cultura y Patrimonio en coordinación con las políticas estatales del gobierno en curso. Y esto incertidumbre ha dejado al sector cada vez mermado, y justo ahora se evidencias diferentes reuniones de creadores y colectivos teatrales de diversas localidades, que proponen insumos a ser presentados y tomados en cuenta por el actual Ministerio de Cultura y Patrimonio con el ánimo y posibilidad de un cambio. Y recuerdo que esto viene desde hace mucho tiempo, pues también había participado en algunas reuniones en el 2013 para generar insumos con la esperanza de que la política cultural cambie en el país, entonces creo que se genera un proceso de agotamiento, pues la situación no ha cambiado mucho, y creo, que se da básicamente porque no hay un sostenimiento de procesos a largo plazo, y eso crea aún más inestabilidad; por ponerte un ejemplo al fin se logra crear una Institución Pública enfocada al Fomento a las Artes, Innovación y  Creatividad IFAIC un gran paso y estipulado en la actual Ley Orgánica de Cultura, que tomó un largo proceso de construcción, y ahora mismo se quiere fusionar el IFAIC con el ICAA Instituto de Cine y Creación Audiovisual, entonces otra vez retrocedemos, una situación que se da durante la Pandemia y capaz luego de unos años otra vez se decida crear nuevamente la organización, pero en ese trayecto de idas y venidas se desgastan procesos y los acuerdos previos se irrespetan, pues está amparada su creación bajo una ley de Cultura. Por ponerte un ejemplo en el campo de las Artes Escénicas- Dramaturgia, aún no existen editoriales especializadas en el campo de la dramaturgia, ni convocatorias de fomento o reconocimiento a la creación de textos teatrales, pero no me refiero a una situación reciente, sino que ya viene por más de diez años, entonces evidentemente existe esa ruptura en el sostenimiento de procesos más estables y a largo plazo. Y en la parte artística creativa existen diversas teatralidades, las que se dan en general en mejores condiciones de trabajo dentro de Compañías de Danza o en Instituciones de formación educativa en el campo de las artes como la Universidad de las Artes en Guayaquil, el sector de teatro y danza independiente llevan otro tipo de experiencias y amparadas de un sostenimiento autónomo, pero evidentemente en riesgo por la coyuntura actual. El sector artístico presenta diversas teatralidades, desde el teatro independiente, contemporáneo experimental o uno más clásico, un teatro comunitario y la evidente presencia de un teatro más comercial.

Como te mencionaba anteriormente, me encuentro realizando un Doctorado en Estudios Teatrales en el Universidad Complutense de Madrid, mi línea de investigación se enfoca al feminismo en relación a la creación dramatúrgica en la contemporaneidad. En general mi proceso siempre ha estado marcado por una enorme curiosidad, y sobre todo por el deseo de seguir profundizando en el campo de la dramaturgia, y a su vez, el querer conocer las particularidades propias y diversas teatralidades dentro de otros contextos culturales, y en ese sentido ahora vivencio más de cerca el contexto del quehacer teatral en España

 

3.       ¿Cuál es, para ti, el poder y deber ser del teatro? ¿Puede haber teatro no presencial?

Para mí, el Teatro tiene un poder de transformación, pero sobre todo es un espacio de construcción de una Memoria individual y colectiva dentro de un momento histórico particular, el cuál transitamos en una relación presencial de convivio entre el actor y actriz en relación a los espectadores en un tiempo-espacio concreto, un espacio, en dónde se puede imaginar y crear algo nuevo con la presencia del cuerpo creativo y no tan limitado a un cuerpo cotidiano. El teatro tiene la particularidad de convocar a una comunidad y llamar al pasado para vivenciarlo en el presente, por esto las tragedias griegas o las obras de Shakespeare pueden ser tan actuales, pues palpan de cerca y  con una mirada profunda al ser humano, sus deseos y conflictos internos, externos, y  la relación con el entorno y su tiempo. La fascinación que siento por el teatro, se debe a que tiene esa particularidad de mostrar el cuerpo del actor-actriz en libertad, ese cuerpo vivo, que posibilita la expresión de su universo interior enriquecido, un cuerpo-pensamiento, que reflexiona sobre lo qué le pasa y lo qué le acontece, eso que en el cotidiano parecería ser desapercibido, y que surge en una conversación de amigas,  pues las actuales sociedades como están estructuradas no permiten detenerse y abordar el mundo interior sensible del ser humano por su acelerado ritmo de producción; y el teatro, sí tiene esa capacidad de observación, de detenerse en el otro, de cuestionarse, de sentirse, de reflexionar respecto a una hipótesis de representación planteada, es decir pensar sobre un tema que nos compete como sociedades sensibles. Me conmueve la vivencia de las personas, lo que no se observa o dibuja a simple vista referente a su experiencia de vida vinculada a un contexto cultural específico. Recuerdo las clases de actuación, en dónde realizábamos algunos ejercicios, en dónde rememorábamos recuerdos enmarcados en el presente, situaciones vivenciales del pasado revividas en el presente y compartidas en colectivo;  y esto nos generaba un estado de empatía y de comprensión hacia al otro, sobre lo qué le sucede, y de eso que es tan particular de cada ser, no es lo mismo ser hija única, tener quince o sesenta años de edad, es decir cada experiencia revela el trayecto de la vivencia en su entorno, y ahora mismo atravesamos ésta situación tan extraña de pandemia completamente inverosímil pero es una vivencia que afecta a nuestro devenir actual de forma compleja. Creo, que el teatro es una experiencia completamente vivencial pues en el campo de la actuación el actor/actriz está una relación constante con el otro, en idas y vuelta de energía, y reflejos constantes, a través de la palabra y la presencia del cuerpo del otro. Lo que me dices, me afecta, y viceversa, es decir en un flujo continuo de acción y reacción, que conecta a su vez con el público en ese viaje de idas y vueltas de energía permeada en la expresividad de la palabra en conexión a la emoción, la situación vivencial de los personajes dentro una  trama; y creo que otra cosa es la inmersión o la presencia de la tecnología en la representación teatral con el uso de dispositivos como cámaras, pantallas,  celulares, textos breves de chat, la simultaneidad de acontecimientos, la ruptura del espacio- tiempo o las grabaciones en tiempo real, dispositivos tecnológicos que se suman a la escena; pero mirar una obra de teatro en vivo no tiene nada que ver con un registro visual de la obra, que es necesario para procesos de investigación como por ejemplo observar la representación teatral que nos antecede y como registro de un proceso realizado de carácter fugaz y un tanto impermanente; en cambio el cine devela sus características específicas técnicas y usos de planos para contar historias en diversas locaciones reales, el teatro no, el teatro recrea varias espacialidades dentro de un mismo espacio, y tiene la particularidad de disparar el imaginario de una manera descomunal, por ponerte un ejemplo, si vas a un Festival de Teatro, en el mismo espacio se presentarán mundos diversos, múltiples, fantásticos y todos se construyen y des construyen en un mismo espacio teatral en el que cada universo es particular y único; y se construye con diferentes actores, vestuarios, escenografía, iluminación y pantallas incluidas, o abordan temáticas símiles pero desde diferentes lenguajes, ahí está su riqueza creadora al estallar su imaginario propio.

 

4.       Dame una breve reflexión sobre tu labor en la dramaturgia.

Mi primer texto teatral “Puertas Cíclicas”, un texto posdramático refleja la indagación sobre la memoria en la exploración sobre los recuerdos en diferentes etapas de la vida, el texto lo desarrollé en mi primer taller de dramaturgia con mi Maestro Arístides Vargas en el 2009, y luego viajé a Buenos Aires guiada por esa avidez, curiosidad y deseos de profundizar más en el campo de la escritura teatral. Y desde ahí, ya llevo once años escribiendo textos teatrales, cada texto ha partido de una pregunta, de una imagen disparadora o de una investigación de época pero guiada por el interés sobre temáticas vinculadas a temas de inequidad, marginación, censura y política; y cado uno ha implicado un viaje, el sumergirse en un laberinto de exploración dónde desconoces en un inicio la vida de los personajes, sus entornos, la propia historia, que a medida que avanza el proceso se dibuja con mayor claridad y adquiere su propia sustancia, en definitiva un camino de exploración y creación lleno aciertos y desaciertos, en dónde las mujeres son las protagonistas. Por ejemplo, “El cuerno del poder” reflexiona sobre la violencia de poder, manipulación mediática, ahí surge las necesidades de crear dispositivos de escenas pregrabadas con los actores para representar la simultaneidad de espacio y tiempo simultaneo, pero de lejanía territorial, al igual que las irrupciones sonoras abstractas y rítmicas.  Cada texto reflexiona o plantea un tema a debatir a cuestionar: “Tinta Negra” el de la marginación y la necesidad de equidad en derechos, a través del acceso al voto femenino; en “Cabeza sin Mar” trabajo en una versión de Antígona de Sófocles y el barco se vuelve el espacio de representación escénica, “Exús Máchina y Muñeca” sobre la violencia de género. Varios de mis textos están atravesados por las luchas sociales y políticas, la presencias de las grandes manifestaciones sociales y la búsqueda de un liderazgo inteligente y propositivo como en: “Catorce cuadriles a la mesa, por favor” o “Revolución de las Estatuas” que permea la temática de la censura a los artistas por medio de sistemas coercitivos en contextos políticos adversos, u otros textos como: “Transporte Popular” o “ La Clase” que reflejan realidades más locales como el funcionamiento del transporte público y la experiencia de la docencia en la ciudad de Quito,  luego surgen temas de denuncia de injusticias como en “Madres de Mayo” cuando se sacaron los azulejos de los pañuelos originales de Plaza de Mayo, de enorme valor simbólico cultural, situación de irrespeto a la memoria histórica a la vuelta a la plaza que realizan las Madres de Mayo todos los jueves por 43 años, o “En Venta”, una versión de la “Ópera de tres centavos” de Bertolt Brecht por el deseo de ahondar y explorar más de cerca el universo personal de un autor tan relevante; y ahora mismo escribo varios monólogos femeninos que visibilizan la vida de mujeres extraordinarias, que han aportado enormemente al quehacer teatral y cinematográfico provenientes de diferentes latitudes del mundo pertenecientes a contextos históricos diversos, desde el siglo XVIII al presente, figuras como la de María de Zaya Sotomayor, Margarita Xirgú, Pina Bauch, Evelina Orellana, Griselda Gambarro entre otras. En general dentro de cada texto, me planteo pautas que surgen espontáneamente respecto a la estructura dramática o la búsqueda de una pos dramática en relación a la construcción o ausencia de personaje, la presencia de voces indefinidas en la búsqueda en la relación espacio - tiempo. Y creo, que últimamente la presencia de lo real, o sí quieres lo documental predomina en las temáticas de mis textos por la coyuntura actual política que nos atraviesa.  Y sigo escribiendo con el ánimo de indagar sobre situaciones que se presentan con el deseo explorar y registrar el presente.

 

5.       ¿Quién eligió a quién, tú al teatro o él a ti y cuál fue el punto o circunstancias que definieron tu vocación?

En general creo que el ARTE me eligió desde muy chica, porque por un lado participaba en algunas propuestas coreográficas que dirigía mi Madre y se presentaban en el Teatro Sucre de Quito o porque siempre estuve rodeada de las pinturas de mi Padre, te diría un Picasso Ecuatoriano en el campo de la pintura. Entonces siempre anduve conectada y vinculada al campo del arte en mi cotidianidad. Luego en el colegio tuve una profesora divina de literatura que nos mandaba a leer, por ejemplo, “La Divina Comedia” de Dante Alighieri o algunas obras teatrales, unos libros de color rojo de la colección Antares, personalmente me encantaban, y cada vez que podía compraba un tomo, y así iba completando de a poco la colección, me encantaba pasar en la casa de mi abuela los fines de semana, ahí me quedaba horas leyendo los libros en el patio de su casa. Luego tuve, una avidez voraz por el cine desde Buñuel, Kubrick, Kurosawa, Bergman, Tarkovsky, Win Wenders, Peter Greenaway entre otros, es decir no paraba de mirar ciclos enteros de películas de realizadores independiente con una impronta particular. Y empecé a realizar mis primeros performances fotográficos con proyección en pantallas, música en vivo en mi época universitaria por el año 2000. Luego llegué al Malayerba y ese sería un punto de inflexión, pues fue el momento en que me conecte de manera más puntual y profunda con el teatro al ingresar a un proceso formación e investigación escénica en el espacio, y a la par estudiaba ballet y danza contemporánea, como alumna del laboratorio no me perdía las presentaciones de las obras del Grupo Malayerba junto a mis compañeros, obras con una poética dramatúrgica de mi maestro Arístides Vargas.  Ahí también nos intercambiábamos entre compañeros libros de teoría teatral o algunos textos teatrales de diversos autores para explorar las escenas de las obras durante la cursada, una época entrañable, de muy bellos recuerdos y de grandes amistades y compromiso feroz, si no me equivoco, creo que participé del primer taller de dramaturgia impartido por Arístides en el Laboratorio Malayerba en donde desarrollo mi primer texto teatral “Puertas Cíclicas” en el 2009, luego anduve tres años en Buenos Aires. Y desde ahí, no he parado de profundizar en el campo de la escritura teatral hasta el presente, ahora desde finales de noviembre del 2018 me encuentro en Madrid, todo un viaje de experiencias.

6.       ¿Qué afectaciones individuales o grupales te ha ocasionado la contingencia?

En mi caso extrañando muchísimo a mi familia. Y recuerdo haber asistido el 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer“ a la gran marcha multitudinario en Gran Vía, y quién iba a imaginar que a solo días después estuviéramos viviendo un Estado de Alarma y confinamiento prolongado debido a la situación de la Pandemia, una situación inverosímil, ficcional pero que transformó nuestra realidad actual de forma acelerada en el mundo entero, nadie imaginó su magnitud. Personalmente, me ha costado muchísimo la etapa de cuarentena, Madrid es una ciudad de bastante tránsito por el turismo y la presencia de estudiantes en procesos de formación de diferentes partes de Europa y del mundo. Al detonarse la situación, la gente salía con sus maletas apresurada para encaminarse a otras ciudades dentro de España u otros países europeos cercanos como Alemania o Francia. Luego los dueños de los quioscos de barrio cerraban sus puertas, las fruterías los cafés, los restaurantes y bares. Me encontraba en la calle mirando cómo la gente sacaba las cajas de frutas y vegetales de sus locales dejando papeles en las puertas con la suspensión del servicio y avisos de regreso en dos meses o mirar a personas haciendo grandes colas sin saber qué era para adquirir cigarrillos en los estancos. Se percibía la ansiedad generalizada, otros locales en cambio se vaciaron completamente y cerraron sus puertas. En el cotidiano de Madrid hay mucha gente en las calles y de repente se percibía ese enorme vacío, ese silencio causada por la ausencia; el multitudinario aplauso a las 8pm era un aliento de la posibilidad de una conexión colectiva frente a la gravedad de la situación, el agradecer la valentía del personal Sanitario, quienes se enfrentaban diariamente, y cuerpo a cuerpo en ésta guerra frente a un virus invisible y desconocido tan voraz y devastador.

Evidentemente enfrentaba esa imposibilidad de la reunión grupal y presencial sumado al cierre de los espacios de uso colectivos, desde los parques, las salas de exhibición de arte como los museos, cines, teatros, situación que ha generado una evidente preocupación, de cómo se ve afectado de forma directa el campo de las Artes Escénicas y en cambio se ha generado la posibilidad de diálogo, a través de la comunicación por redes sociales, reuniones por zoom. Por un lado, desde el sector de las artes y el cine se han posibilitado mirar películas argentinas y ecuatorianas en diferentes páginas, a su vez se participar en actividades o convocatorias que se han generado durante la pandemia por parte de diferentes colectivos, que ha permitido llevar de mejor forma la situación de confinamiento. Y conectada vivenciando el desarrollo de la situación en Madrid y conectada con Ecuador y Argentina simultáneamente.

7.¿Qué alternativas individuales o grupales surgen de este acontecimiento?

Durante la cuarentena se me ha hecho muy difícil concentrarme en actividades relacionadas a mi oficio de forma directa, más bien he estado muy vinculada o conectada situaciones respecto a la coyuntura política actual en el Ecuador, pues durante la pandemia se dio prioridad al pago de una deuda externa antes que la preservación y cuidado de la vida, y una reducción estatal súbita, situación adversa y desfavorable más aún en la situación complejas que se sumaban a la situación crítica de la pandemia.  Y sin embargo, he participado escribiendo textos breves y desarrollado escenas para diferentes convocatorias o colectivos vinculados al campo de la dramaturgia durante el confinamiento.

7.       ¿Has podido desarrollar alguna actividad en línea? ¿te genera algún beneficio?

Como te mencioné antes, durante éste período he desarrollado algunos textos teatrales y participado en algunas convocatorias que abordan la coyuntura actual, y desarrollando mi actual proyecto de investigación; y a su vez conectada a algunas charlas, conversatorios o reuniones en zoom colectivas que han tocado diferentes temáticas vinculadas al quehacer artístico de las artes escénicas en relación a la coyuntura actual de pandemia. Ahora mismo, debo llevar a cabo mi actual proyecto de lecturas dramatizadas de los textos dramáticos y posdramáticos de mi primera antología en dramaturgia “Indómita Morada”, así que espero sigamos avanzando en las diferentes fases y salir finalmente del estado de alarma en Madrid, lo cual se tiene previsto para el 21 de junio, así que poco a poco la situación se va normalizando eso me da mucha tranquilidad; y  a su vez estoy muy entusiasmada de poder  llevar a cabo la propuesta acá en Madrid.

 

8.       ¿Qué posibilidades de cambio personal y de interacción con los gremios creativos, públicos e instituciones has encontrado a partir de la crisis sanitaria que hoy enfrentamos?

Al vivenciar, el contexto de la pandemia ha posibilitado el darme cuenta con claridad de las enormes diferencias del tratamiento de una situación de crisis en los diferentes países, la relación entre las políticas estatales y los creadores, una situación que ha revelado la enorme fragilidad y exposición a la que estamos expuestos sobre todo los artistas en el Ecuador, que parecería que todo en engranaje institucional se desmorona de repente, generando una gran incertidumbre, por lo tanto de enorme afectación directa a los ciudadanos. Por otro lado, varias instituciones acá en Madrid han dado una respuesta rápida para afrontar la crisis actual.

Llevo algún tiempo vinculada a diversos colectivos sobre todo de mujeres enfocados al área de la dramaturgia en diversas latitudes del mundo, con el ánimo de compartir procesos, saberes, diversidades creativas y con ese afán afianzar vínculos y sostenernos colectivamente en éste arduo camino de la escritura teatral.

¡GRACIAS!