viernes, 2 de septiembre de 2016

El Cuerno del Poder - 전원 의 혼 Korea University



 El Cuerno del Poder
전원 의 혼

dramaturgia Nadia Rosero
dirección Mira Kim
Tradución coreano이건혁

Grupo Pasión Theater.
Korea University.
5 sept (Monday 7pm.)
Departamento lengua y Literatura.
B2 Grand Hall.

http://www.cancilleria.gob.ec/educacion-y-cultura-ecuatoriana-destacan-en-corea/



afiche: Korea University- Grupo Pasion Theater.

배우 한국
Actores en Corea 




viernes, 8 de julio de 2016

Fragmento largo Obra" El Cuerno del Poder" dramaturgia Nadia Rosero



EL CUERNO DEL PODER
dramaturgia  Nadia Rosero
El poder devela los mecanismos perversos de la violencia.
PERSONAJES
M Miranda.
Mujer atemporal de delicadas facciones.
P Voz del Padre ausente de Miranda.
Líder político de 56 años.
E Séquito de ángeles.
Asistentes de Miranda.
B Eco de voces.
En un micrófono se escuchan: una, dos o tres veces,
palabras, sonidos o frases. 
C Flujo de conciencia.
Grabaciones en audio.

AT sabueso de la atan.
G Guardia de prisión.
H Hillary.
Gringa de carácter fuerte.
T Traductor.
V1 y V2 Publicidad móvil.

F sonido.
Músico contrabajista.

O cuerno.



















En un mismo espacio difuso como el de los sueños se perfilan distintos ambientes anacrónicos minimalistas. Miranda transita varias vidas en una sola, en dos culturas, la de su origen, Libia, y Buenos Aires, la ciudad de la furia. A veces es princesa, otras veces mendiga o profana. Miranda infatigablemente está peleada con el poder mediático, político y económico del mundo.
En el fondo hay una pantalla de proyección.










El Cuerno del Poder se estrenó el día 12 y 13 de septiembre
en el Teatro Variedades.

Dirección y dramaturgia:
NADIA ROSERO.

ficha técnica
(M) Miranda, (H) Hillary y (T) Traductora: Nadia Rosero.
(E) Séquito de Ángeles, (AT) Sabueso de la ATAN,  (T) Presentador, (V1) Publicidad móvil: Guillermo Santillán.  

(P) Voz del padre ausente en off: Guillermo Santillán.  
(C) Flujo de conciencia en off y (B) Eco de voces:
Nadia Rosero y Guillermo Santillán.  
Grabaciones en video del Padre: Pablo peña
Canciones originales letras: “Carne vienen a buscar”;
“Shh shh shhh, duérmete niño, duérmete ya”;
y la micro pieza “Caen los techos y edificios”: Nadia Rosero. 
video edición y foto fija: Édison Cáceres.
Técnico de sonido: Daniela pabón y juan velasco.
Diseño gráfico, escenografía, utilería e iluminación: nadia rosero.
Vestuario: Nadia Rosero y Guillermo Santillán.
Grabaciones de locuciones: Fabián Romero.
Registro video lectura dramática: diego bolaños.
lectura dramática : EFRÉN vivar
y jenny plascencia. 
Temporada Malayerba: Ivoneth Rosero.

Duración: 1:20 min.
Temporada Teatro Malayerba, Patio de Comedias,  Lectura dramática Ocho y medio, Fragmento Encuentro YOESOTRO Buenos Aires.
Año 2014
Quito - Ecuador.

EL CUERNO DEL PODER
dramaturgia  Nadia Rosero

Cuadro I
Miranda, espectadora en el teatro

Miranda, un poco pálida, camina seguida de su Séquito, un grupo de ángeles femeninos. Se dirigen al palco principal del teatro. Lleva una mantilla elegante llena de brocados sobre la cabeza, una cadena dorada delgada traspasa la media mejilla y la frente en su rostro, los ojos profundamente delineados de negro, varias pulseras, adornos en las muñecas, dibujados tatuajes de henna con decorados sobre sus brazos, lleva un cuerno de toro en la cabeza. Sus labios muy marcados de rojo y el ambiente acompañado de música árabe.

M: (Muy vanidosa.) ¡Estos zapatos ya no los hacen como antes! (Choca sus zapatos.) Mis delgados pies apretujados están. ¡Ay qué dolor!
E: ¡Le quedan hermosos, señorita! ¡Son un primor!
M: Vengo a mirar una obra. ¿Cómo se llama? En tiempos de escasez, más vale recoger el agua de las goteras de la casa que tirarla por la ventana.
E: ¡Siéntese, señorita Miranda! ¡Siéntese, señorita Miranda!

El Séquito de ángeles le abanica continuamente.

M: ¿Va a estar Peareshake? ¡Por Dios, abaníquenme de una vez! Me voy a desmayar. Mi corazón se me sale de la boca en un chistar. Mucho me han hablado en la corte del talento de Peareshake. Vengo a ver una comedia o drama. Porque adolorido está mi pie.
E: ¡Señorita Miranda, quítese los tacones! En la almohadilla los vamos a poner.
M: ¿Qué dirá la sociedad? Mis dedos crispados y los hongos de mí se han apoderado.
E: ¡Señorita Miranda, tiene pies de Geisha! Son muy hermosos, como su merced. No se preocupe. Nunca dirán nada.
M: Me duele el brazo de subir y bajar para saludar a mi amigable pueblo. Siempre quiere más. El público me aplaude, el público me aplaude más y más. ¡Qué depresión!
E: ¿Qué dice, señorita Miranda?
M: Para mí, un gran honor. A todo lugar al que voy, me regalan rinocerontes azules. Me sonríe la sociedad con sus dientes de caballo. Luego, hablan mal de mí por los rincones.
E: ¡Señorita Miranda! Deje de moverse tanto, el cuerno de la cabeza se le va a caer.
M: ¡No lo toquen, no lo toquen este cuerno es sagrado!
C: DESCUIDO, cuando se despista, cierra los ojos. Se llevan todo. Nos dejan sin nada.
M: Mis amantes se llevan mi cariño y me susurran al oído. Me piden que les regale el reino de mi padre.
E: ¿Lo ha hecho, señorita Miranda, lo ha hecho? Cómo se le ocurre regalar los reinos de su padre.
M: (Desilusionada.) ¡Por amor perdí a París y por odio a Perugachi! Los novios vienen a casarse conmigo y saldar las deudas de mi padre. Este hermoso reino tiene muchos recovecos. ¿Soy ratón yo?

Sonido de F.

B: No eres un ratón.
Eres una ratoncita.
¡Pon, Miranda, tu manita!
Mete tu mano chiquitita,
que la trampa venenosa,  
vamos a accionar.
¡Vamos, dulce ratona!
Mete tu manita ansiosa,
que te la vamos a reventar.

E acciona la trampa de ratones sobre la mano de Miranda. Sonido de F.

M: Trampas para gatos, ratones, perros y leones.
C: TRAMPAS INVISIBLES, las que no se ven pero existen.
M: Mi mano derecha magullada está. Soy masoquista. Meto la mano consciente del dolor.
B: ¡Miranda! Eres infeliz con este séquito de ángeles. Eres infeliz cuando ves el sol. También cuando los vecinos sacan su cabeza por las ventanas.
C y M: Me voy a poner en estado de APATÍA, viene de apaticus y significa que no me gusta nada, mi propia inmovilidad. PERMANENCIA, estado de letargo postergado en el que uno decide permanecer por los siglos de los siglos, amén. Vivo en la PARANOIA, continua desconfianza de uno mismo y de los demás.
M: A veces caen justos por pecadores o pecadores por justos. Esquivo mis equivocaciones. (En voz alta.) Libia es demasiado para mí. ¡No puedo más! ¡Mi pueblo me lo pide! Hago la venia, las reverencias. Me regocijo en los aplausos. Mañana quién sabe lo que pueda pasarme. Si la fortuna ahora está de mi lado, es posible que la penumbra mañana me venga a visitar.
E: ¡Siéntese, señorita Miranda! ¡Esto está por iniciar!

El Séquito, desesperado, saca unas manos mecánicas y una secadora de cabello, como si estuvieran en un salón de belleza.

M: Me pica el pie. Me pica la peluca. Me puedo rascar. ¡Ay, ay, ay, ay, ay, ay! ¡Qué relajante es este lugar! Se parece a un buen SPA. Me falta la aromaterapia.

El Séquito esparce aromas deliciosos en el ambiente, con un chisguete de agua.

E: Pueblo amigo, la voluntad de Miranda es que debemos esperar. Los aparatos eléctricos en veinte minutos EN OFF se pondrán. ¡Tenga paciencia! ¡Esto está por empezar!

Los aparatos eléctricos dejan de sonar y el Séquito de ángeles trae una bandeja llena de deliciosos manjares exóticos.

M: ¡Mmm… mmm… mmm! ¡Traigan frutas! Hoy quiero caviar.
E: Enseguida, señorita, le debemos nuestra libertad.
M: Estiro el brazo nuevamente. (Lanza zanahorias.) Lanzo zanahorias a mis conejitos ¡Aplauden! (Sonido de aplausos.) Lanzo más zanahorias a mis conejitos y vuelven a aplaudir (Sonido de aplausos.) Este cuernito en mi cabecita hace que el pueblo se mueva sin ton ni son. ¡Pueblo, hermano y buen amigo, con ustedes voy a estar! Ahora mi pie está por reventar. Cada vez me crece más y más. La vuelta me voy a dar. Por lo tanto, me van a tener que…

Sonido de campanas. Miranda está aburrida y se resiste un poco a mirar otras realidades lejanas a la suya.

E: ¡Señorita! Suena la campana. Señal es que la obra está por empezar.
M: ¡Pásenme los binoculares! Esta otra realidad voy a mirar. ¡Qué terrible, esperen a que enfoque bien. No veo bien.
P: Prepara tu maleta y desaparece. Es mejor así. No seas terca como tu madre. Llévate el cuerno de Libia a otra parte. ¡Miranda, no le digas a nadie que eres mi hija!

El Séquito obedece muy deprisa al Padre, le dan una maleta a Miranda. Raramente, le quitan su traje de princesa, le dejan sin la joyería. Se llevan el cuerno de toro a otro lugar.


Cuadro II
Miranda y su orfandad

Miranda deambula por las calles de Buenos Aires sin rumbo fijo, con el vestido raído, sin zapatos, arrastra su maleta vieja.

M: Me corto las venas cada vez que el mundo me abre de piernas. Me corto un poco más cuando veo al ferrocarril que deja a la ciudad en penuria. Los hombres reclaman por los desalojos. A mi padre y a mí nos arrancan de nuestra tierra. Nos escupen larvas como si fuéramos de goma. ¡No somos de goma! ¡Tampoco de cemento! Tampoco menstruamos en la calle para que la ciudad apeste. Somos la huella que recorre una memoria. Somos la sombra que dejan morir en las calles. (Se esconde en un agujero.) Vivo en un colchón dentro de una estación de subte. Tengo piojos en la cabeza. Huelo a orines de perro. Me clavan los ojos y se asustan. No me dejan salir a la luz. Habito en este túnel oscuro. Soy a la que pisan en la noche. Vivo amontonada en la calle. A la que arrastra el frío en las mañanas. La que vive de Coca-Cola y bazuco. La que limpia las letrinas sucias. No preguntan por mi nombre. ¡Ésa soy yo! En la oscuridad me tapan los oídos. Me revienta la vagina. Soy la cloaca de la ciudad. Soy el blanco perfecto para un policía. ¡Estoy loca! Tengo ligeros tics en la boca. Me tiemblan las manos. Me duele la cabeza. ¡Tengo que buscar a mi padre! (Se señala la cara con un cuchillo.) ¡A nadie le importo! Tengo una cicatriz en la mejilla izquierda del hombre que me golpeó. Era más fuerte que yo. (Sonido de F.) Con resignación introduzco mis manos en todos los agujeros posibles. (Señala los agujeros del cuerpo con los dedos de la mano.) Uno está en el centro de mi cabeza, otro en mi pecho y otro en el medio de mis piernas. (Deambula por la calle.) Camino sin dirección alguna. A veces vivo entre los pitos de los autos y los gritos de la gente. Me expulsan de los lugares refinados. Vivo de las sobras que dejan en los platos. Soy mujer pública, al margen de todo y nada. (Buscando casa.) A veces duermo cerca de las alcantarillas, en los portones de los edificios. Mi casa es flotante. Vivo en esta ciudad fría. (Saca un pedazo de papel periódico.) Introduzco mis dedos en los agujeros de mi nariz. Me saco los mocos. Me detengo en media calle.

Baja un cartel gigante con una publicidad de una modelo top con ropa interior muy sexy, glamorosa y chic. La modelo sostiene un perfume de Chanel con la mano derecha. Sonido de publicidad de New York.

Miro fijamente el cartel de la dama con piel delicada y ropa interior sexy. Comparo mi sonrisa con la suya. Me pongo al lado para notar los parecidos. ¡Intento sonreír como ella! (Se estira la boca.) ¡Intento nuevamente sonreír como ella! (Se estira aún más la boca con las manos.) ¡Es imposible! No tengo nombre. A veces me dicen ESA que va por ahí. (Se mira las manchas sucias de la ropa y el cuerpo.) Soy un animal exótico. La modelo salió en las noticias. Parece que se volcó en un accidente de tránsito. (Se sienta.) Me siento en la vereda. Me amarro los cordones de mis zapatos invisibles. ¡Tengo hambre y la ciudad también! Pregunto a los gatos si soy un perro. Me contestan: ERES UN PERRO SIN NOMBRE. Me río al saberlo. En esta ciudad anudada, busco una fantasía en mi cabeza: “Mi padre”.

Miranda se sienta en la vereda. Se amarra los cordones invisibles de sus zapatos. M y B repiten tres veces.

M y B: Como vidrio
como gato
y vísceras de rata.
¡Necesito, un laxante!


Cuadro III
Miranda recuerda a su padre

Del cuerpo de Miranda sale una niña pequeña de seis años, que se comunica con su Padre en un espacio invisible e imaginario, el de los recuerdos de su infancia. Se escucha el sonido de una cajita musical. Miranda saca de su maleta una pelota de colores y juega.

P: El tiempo pasó, tu piel de bebé cayó. Ya no te cagas en los pañales. Aprendiste a usar el baño. Ya no gateas. Ni tienes la manía de meterte bolas chinas en la boca. Ya no hay que correr detrás de ti y socorrerte de la asfixia. Se me grabó la imagen tuya, esa manía de correr a toda velocidad en el andador con tus zapatitos de charol blanco en el aire.
B: Mujer te volviste, mujer te volviste.
Mundo, una mujer me devolviste.
Un mundo de mujer me devolviste
Estallabas de risa cuando te chocabas contra la pared.
Estallabas de risa cuando te chocabas contra la pared.
Pared… choque, choque, choque de risa de pared.
Una y otra vez te estrellabas contra la pared.
P: Era tan divertido verte.
B: Reír, reír, reír, reír.
P: Ahora te chocas contra las paredes. No hay andador. No, no, no. No te estrellas contra las paredes.
C: DOLOR, sentimiento repetitivo. No te deja en paz.
P: Caminar. Sí caminaste. Corrías. Sí corrías. Aprendiste salto alto. Los centímetros del piso subían conforme avanzaban los obstáculos. El cuerpo ya no daba. Bajabas los centímetros. El cuerpo ya no daba más. Bajabas más los centímetros. Te mentías a ti misma.

Miranda se cae al piso.

B: Por el puto miedo.
¡En la escuela no te enseñan a levantarte después de caer!
¡No te enseñan a levantarte después de caer!
¡No te enseñan a levantarte después de caer!
P: Puedo darte amor por y para siempre. Soy tu padre, ¡levántate!

Miranda se levanta con dificultad del piso. Cambia su vestido al de una mujer un poco más moderna.


Cuadro IV
Miranda inyectada por un cúmulo de noticias catastróficas

Miranda aparece en otra realidad: el sillón de una sala frente a su televisor Sanyo antiguo, con una antena torcida en un departamento bastante modesto. Hay un zumbido continuo e incómodo causado por la interferencia del televisor. Tiene en la mano derecha el control remoto de gran tamaño y hace zapping asiduamente. Su cabello es un enjambre chamuscado con mucho frizz. Vive en estado de autoshock cada vez que aplasta el botoncito del control remoto. En el interior de la pantalla aparecen los sabuesos de la atan disfrazados de conocidos presentadores de noticieros. Muy hambrientos balbucean palabras en distintas lenguas. Un cartel baja al escenario con la palabra “aplausos”.

M: Aplasto el botón

Sonido de zapping.

M y B: ¡Push, pash! ¡Push, pash, push!
M: ¡Nada! ¡Nada de nada! ¡Nada de nada!

Aparece el primer sabueso de la ATAN presentador de las noticias. Miranda se queda suspendida en ese canal.
M: ¡Push! (Cambia de canal.)
AT: ¡Muy buenos días! ¿Cómo están todos? Espero que bien. Éste es su canal de siempre y para siempre.
B: “Muertos en vida o vida de muertos”.
PRIMERA NOTICIA.
(Sonido telediario.)
AT: Ayer desnudamos la calle. Jugamos a ladrones, bandidos del Midwest. Desbloqueamos el seguro de las armas de nuestros uniformes. Esperamos a la salida del colegio. Un sonido eufórico y desmedido se escuchaba a los lejos. Chicos hablaban y reían con total algarabía.

Sonido de F.

B: ¡Buscando ángeles!
AT: Las armas se nos cayeron al piso. Pequeñas pelotas saltarinas rebotaban cada vez más alto. ¡Las balas salen a lo loco, señores, a lo loco! ¡Qué disparos! Saltan como palomitas de maíz. Disparamos a los ángeles de camisetas coloridas. Sus cuerpos iban cayendo. Los sueños de un futuro más progre también. Los chicos no se protegieron la espalda. ¡Una lástima!

Sonido de F.

B: ¡Un stop al corazón! ¡Ah, ahhhhhhhhhh!
AT: En vez de la ciudad de pájaros voladores, creamos la ciudad de ángeles caídos. La sangre se derrama de su boca. Líquido de chocolate. Sus almas desconcertadas abandonaron sus cuerpos.

Sonido de F.

B: ¡Zip, zip, zap! ¡Shhh… shhh! (Tres veces se repite.)
          ¡Zap, zip, zap! ¡Shhh… shhh! (Dos veces.)
¡Zap, zap! ¡Zap, zap!
¡Zippppppppp! (Una vez.)
¡Zip, zip, zap! ¡Shhh… shhh! (Tres veces se repite.)
   ¡Zap, zip, zap! ¡Shhh… shhh! (Dos veces.)
       ¡Zap, zap! ¡Zap, zap! 

Miranda cambia de canal y escucha la voz del sabueso con voz de pajarraco.

M: ¡Push!
B: SEGUNDA NOTICIA.
(Sonido telediario.)
AT: ¡No digas que no te lo advertimos¡ Aquí hay espacio para pequeñas almitas. El otro día seguimos a un tesorito. Salía con sus mallas apretaditas. Su faldita corta. Decidimos seguirla en la tarde. Apenas abrió la puerta de su casa y salió a la luz. Usaba un moñito pequeño. Una cintita blanca en el cabello. De su mochila brillante colgaban unas pequeñas zapatillas de color rosa. Un cerquillo flotaba en la mitad de su frente. Su falda se batía con el viento. Sus medias blancas llegaban hasta media pantorrilla.
B: La seguimos. ¡Shhh!
Le dijimos: ¡Shhhhh!
Sonido de F.
AT: Su inocencia nos mata. Le tapamos la boca. Tenía dientes filosos. Nos sacó pedazos de piel. Nosotros también.
B: ¡Shhh… shhh… shhh… shhh! Sonido de F.
AT: A pan y agua le tuvimos encerrada en la covacha. Su rostro se ponía morado. Sus manos amarradas en una cuerda se estrujaban. Vetas moradas aparecían en su cuerpo. Poco a poco la sangre se secaba. La circulación se detenía. Sus ojos se cerraban. En un último suspiro torció su carita a la derecha. Su inocencia la lanzamos en el muelle.

Miranda cambia de canal y se escucha el sonido de zapping.

M: ¡Push!
B: TERCERA NOTICIA.
 (Sonido telediario.)

Los hombres sabuesos bajan el cartel con la palabra “aplausos”. Aparece en el noticiero de las 8 p. m. Hillary, alias la Clinton, con traducción simultánea al español.

H: We have Zarafí in our hands, so common in us. / To make a long rant, socialist or dictator, dictator or socialist? / Anyway, we raised the question. / We intercepted phone calls with his mother. / We invest in a GPS positioning system. He couldn`t go to the bathroom, the poor! We don´t forget the advertising.


T: Tenemos a Zarafí en nuestras manos, tan común en nosotros. / Para no alargar la perorata, ¿socialista o dictador, dictador o socialista? / Da igual, le planteamos la duda. / Interceptamos las llamadas telefónicas mantenidas con su madre. / Invertimos en un sistema de posicionamiento GPS. ¡No podía ir al baño, el pobre! No nos olvidamos de la frasecita publicitaria.

B: The best ideas occur to one in the bathroom.
T: Las mejores ideas se le ocurren a uno en el baño. (Sonido inodoro.)

AT: We inspect toilets in bars. / We review the sunken remnants of paper cans where he sat his buttocks. / We look down. We discovered that he likes hamburgers with french fries and enough oil. / He had a mistress, which he wrote regularly. / Zarafí arrived with their young guards in military uniform. Ready to defend the body, life, soul, heart and pants to their leader. / Zarafí evaded our censors. We finance entire campaigns that promoted his rejection. We focus on broadcast advertising, door to door. / We paid false activists who promoted ideas that were consistent with the mission. / After two years of failed attempts, we located him by means of a satellite in a Sorin desert. / We fell with an entourage of eighty armed soldiers. We took her retinue of virgins as sex slaves. / Launched short and long-range missiles. We burned civilians as value added. / (Effervescent applause.)
¡We have Zarafí in prison!

T: Inspeccionamos en los inodoros de los bares. / Revisamos los resquicios de papel hundidos en los tachos donde sentaba sus posaderas. / Hurgábamos hasta el fondo. Descubrimos que le gustan las hamburguesas con papas fritas y bastante aceite. / Tenía una amante, a la que le escribía regularmente. / Zarafí llegaba con sus jóvenes guardianas de uniforme militar. Listas para defender en cuerpo, vida, alma, corazón y calzón a su líder. / Zarafí evadía nuestros censores. Financiamos campañas enteras que promovían su rechazo. Nos enfocamos en difundir publicidad puerta a puerta. / Pagamos a falsos activistas que promovían ideas que nos resultaban coherentes con la misión. Después de dos años de intentos fallidos, le ubicamos por satélite en un desierto de Sorín. / Le caímos con una comitiva de ochenta soldaditos armados. Nos llevamos a su séquito de vírgenes como esclavas sexuales. / Lanzamos misiles de corto y largo alcance. Chamuscamos civiles como valor agregado. (Aplausos efervescentes.)
¡Tenemos a Zarafí en prisión!


Cuadro V
Miranda imagina a Zarafí en prisión

P: Mi voz en una jaula de metal en celo. Escucho el eco de mis palabras. Me tapono los oídos. No presto atención a mi locura. A nadie, más que a mí mismo, le interesa lo que voy a decir. Mi voz celofán flota en la liviandad de las almas ausentes. Le tengo miedo a la oscuridad. Me tiemblan las piernas. El peso de las botas marciales se acerca. Láminas de hierro por los pasillos. Me taladran los tímpanos. La llave bailotea en el extremo derecho de su pantalón. Su sonido es estridente. El desconocido abre la puerta. Me lanza una mazamorra de gusanos.

Ingresa a la celda el guardia de seguridad con el instrumental de torturas.

G: ¡Tu comida, hijo de la gran puta!
P: Si supiera que no conocí a mi puta madre. Bailotea con la llave en la mano. Una, sinónimo de golpe. Dos vueltas, agua con electricidad. Tres vueltas, baile de picana. (El guardia tortura al Padre.) Hoy fueron dos. Estoy tres días en este lugar. Le huyo a mi sufrimiento. De un ataque de ansiedad engullo mi dignidad como conejo. Como y escupo la mitad de la comida. Sueño dorado de una anoréxica. Degluto mi vómito. Mastico mis humillaciones juntas. La piel se me pega a los huesos. Me adelanto al sufrimiento. Un pequeño haz de luz traspasa las rendijas de la pequeña ventana. Me toco los labios. Tengo la garganta seca. Estoy deshidratado. El sonido de las palabras disminuye. Se me pega la saliva pastosa. Mi cuerpo se mueve con debilidad. Finjo dormir en ese rincón mugriento. Mi mente no se aquieta. Mis pensamientos no me liberan. Una serie de dudas sobre Libia se posan en mi cabeza. El capricho desafió a la inteligencia. Hundí a la ciudad y a mi familia en la mierda. Mis colaboradores desaparecieron de la noche a la mañana. (Recuerda a Miranda.) Miranda, no es necesario que hagas cola para que doblegues tu autoestima. No soportaría el dolor dibujado en tu cara. No deseo verte con quemaduras en el cuerpo. Tampoco me haría feliz saber que fuiste violada por un toro. Promete no decir mi nombre a nadie. Promete desasistirme en este lugar apestoso. Promete que dondequiera que estés te vas a cuidar, hija mía. Desearía chapotear contigo en el edén de la alegría.


Cuadro VI
Noticias en televisión

Miranda sigue buscando información y observa las grabaciones de video sobre su Padre, a través de celulares, crudas imágenes subidas al YouTube.

B: CUARTA NOTICIA.
(Sonido de Telediario.)
M: ¡Push!
B: Un gran homenaje a los muertos. ¡Siéntete feliz de ser uno de los nuestros!

Aplasta el botón y se escucha el sonido de zapping.

M: ¡Push, pash, push! (Repiten dos veces.)
National Geographic, Geographic National, National, National, Geographic.
Se forma una danza de hombres vestidos de negro con máscaras blancas, boxers largos con caritas felices y amarillas en la parte trasera, que sacan la lengua. De sus cuellos cuelgan corbatas, banderas alargadas con el logo de la atan: una estrellita celestial blanca con fondo azul brillante. Muy parecida a los de la otan. Algunos opositores al gobierno de Libia llevan cuchillos árabes en las manos. Llevan misiles grandes en las manos. Giran alrededor de un muñeco grande, representa a Zarafí y hacen rituales apocalípticos. Las imágenes del video se representan en escena.
AT: Le pateamos y disparamos una bala de acero en el estómago. Con la otra, le atravesamos los sesos por el lóbulo frontal. No moría el desagraciado. Lo acuchillamos a sangre fría. (Sacan sus cuchillos.) ¡Su sangre caliente! (Se repite tres veces. Sonido de F.) ¡Zuac, zuac, zuac! A pedacitos le rebanamos y despegamos su piel como si fuera pollo frito. Sus venas se pusieron azules también. (Repite dos veces. Sonido de F.) ¡Zuac, zuac, zuac! ¡Cortamos su cabeza, cortamos sus brazos, sus piernas y pies fileteados!

Muestran las partes del cuerpo de Zarafí frente a la audiencia.

AT: Para festejar fuimos a un shopping. Pedimos un par de cervezas. Metimos sus partes en el refrigerador. Improvisamos rápidas visitas guiadas. Ofrecíamos máscaras para el hedor. Las colas de los curiosos eran interminables. Salían con sus intestinos. A otros les interesaban sus sesos. Otros se comieron sus pupilas como huevos duros.

Las imágenes de la pantalla desaparecen y Miranda empieza a sentirse mal, sin controlar sus agudas ganas de vomitar.

M: ¡Tengo ganas de vomitar!
B: ¡Zuac, guarac, zuac, guarac!
M: Padre, el infierno está en la tierra.
B: ¡Zuac, guarac, zuac, guarac!
M: Vivimos entre caníbales. Verdaderos caníbales. ¡Sácame de aquí, padre! ¡Sácame de aquí!, ¡Por Dios! ¡No puedo más! ¡Voy a vomitar! ¡Voy a vomitar!
B: ¡Zuac, guarac, zuac, guarac!
El deseo inconsciente de Miranda se ve reflejado en el espacio. Ella agarra un televisor de cartón lo coloca en el piso y le saca largos hilos negros.

M: (Al televisor.) ¡Puta tecnología! ¡Puto televisor! ¿Quién me va devolver a mi padre? ¡Putitos! ¡Son unos putitos! ¡Putitos televisores de mierda! ¡No soy muda… no hablo naderías! Las verdaderas noticias se saben tarde.
B: ¡Devuélvanme a mi padre!
M: ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde está el cuerpo de mi padre?
¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde está el cuerpo de mi padre?
Cuerpo,
Cuerpo,
Padre,
Padre,
¿Devuélvanme completo el cuerpo de mi padre?

Miranda se coloca el televisor en la cabeza.

M: ¡Eh, eh, eh!
Basura, basurita
te me has metido en la cabecita.
B: ¡Zuaz, zuaz, zuaz!
M: Cabecita, cabecita.
¿Por qué me meten tanta mentirita?
No soy un calabacín relleno de aserrín.
B: ¡Zuaz, zuaz, zuaz!
M: Cabecita, cabecita.
Dejen de meternos tanta mierdita.
No soy calabacín relleno de aserrín.
B: ¡Zuaz, zuaz, zuaz!
M: Fuerte migraña.
Me revientan los sesos.
B: ¡Zuaz, zuaz, zuaz!
M: De un tajo me revientan los sesos.
B: ¡Zuaz, zuaz, zuaz!

Aparece su Séquito de ángeles y destruyen las pantallas de televisores del mundo junto a Miranda.

M: Revienta televisores.
Destruye pixeles,
de información.
B: ¡Ay, nenita preciosa!
¡Deja de limpiarte
el culo con los televisores!

Copyright@2016.Derechos reservados.
     Fragmento obra "El cuerno del poder" autora Nadia Rosero.
     Quito- Ecuador. 
Buenos Aires, 19 de noviembre 2011.
Quito, 1o de abril  2014.