sábado, 20 de octubre de 2018

Indómita Morada Antología Dramaturgia por Nadia Rosero.

Indómita Morada 

Antología Dramaturgia por Nadia Rosero

Una recopilación de cuatro textos dramáticos y posdramáticos, que incluye el Cuerno del poder, Tinta Negra, Cabeza sin Mar y Exús Máchina y Muñeca cuyas temáticas abordan temas de injusticia social, in equidad de género, derechos de las mujeres coyuntura política, entre otros.


EL CUERNO DEL PODER
una reflexión sobre la manipulación mediática ejercidas por países hegemónicos sobre pueblos árabes en la legitimación de la violencia desde una mirada occidental. Un prisma que funde realidades y temporalidades distintas. Miranda es una mujer joven que se ve obligada a salir de su país de origen Libia por la gran inestabilidad política que afronta su país. Ella se exilia en la ciudad de Buenos Aires y debe adaptarse a una nueva cultura, vivir en condiciones desfavorables. Mientras tanto, Zarafí, su padre, líder político es capturado y asesinado violentamente. Miranda es desinformada por los medios de comunicación, lo cuales tergiversan la verdad y legitiman la violencia hacia su pueblo. Miranda transita por diferentes realidades sociales y culturales simultáneamente.

TINTA NEGRARosalinda y Laura dos mujeres aristócratas amigas de infancia se encuentran luego de años, guiadas por la envidia de los cambios sociales propiciados por Evita, como elderecho por primera vez al voto de las mujeres argentinas en el 1947. Al no ser ellas, las proponentes del cambio. Planean una apuesta contra la heroína. Hacen un grafitti frente a su casa. Laura acompañada de su mayordomo Georgy cree haber realizado, el mejor de los murales y satisfacer en algo  su frustración de artista. Rosalinda espera ansiosa conocer los resultados. A Laura, no le sale la tinta negra de las manos. Son descubiertas por el Detective Benítez Costa en una serie de enredos, confesiones amorosas, un fallido intento de asesinato, la pérdida de la memoria momentánea. Finalmente, el Detective Benítez se deja convencer por las mujeres dejándolas impunes por su afrenta. Una reflexión sobre cierta aristocracia que impide los cambios trascendentes y sociales en una sociedad.

CABEZA SIN MAR Una historia en tiempos de piratas bajo el mito de Antígona en tiempos de piratas y bucaneros. Burka es el capitán del halcón. Asesina a Antoquio, su principal colaborador para empoderarse de la navegación. Decide colgar su cabeza sobre el mástil.  Guaca hermana de Antoquio y Adriana deciden recuperar la cabeza de su hermano. Guaca es exiliada a la isla de la muerte por Burka. Raspa regresa a la embarcación con la carne de cerdo para los piratas, al develarse el maltrato ejercido de su padre Burka hacia Guaca su futura esposa. Raspa decide buscar a  Guaca en la Isla de la muerte y descubre su suicidio con láudano y enfrenta a su padre. Llega el galeón y los piratas del Halcón negro sacan sus culebrinas, las dos embarcaciones se enfrentan y se hunden en una guerra marítima causada por la codicia de tensores.
EXÚS MÁCHINA Y MUÑECA 
Muñeca encerrada en un vitrina de cristal se enfrenta a la crudeza del mundo exterior atravesada por la relación de compra - venta de su cuerpo. La castración de sus sentimientos. Exús Machina la pone en venta, al mejor postor como pieza de mercadería, devuelta como obsoleta después de su uso. La compra-venta, un círculo vicioso tortuoso, en el cual víctima, cachinero y comprador se relacionan permanentemente. La fragilidad de Muñeca está expuesta en un juego perverso, repetitivo, una máquina infernal sin final.

viernes, 27 de abril de 2018

Campaña Crowdfunding Indómita Morada, mi primera Antología en Dramaturgia.

CAMPAÑA CRODWFUNDING
PUBLICACIÓN INDÓMITA MORADA-
ANTOLOGÍA DRAMATURGIA.

POR NADIA ROSERO 

https://catapultados.com/proyecto/indomita-morada/

Realizamos la campaña para publicar la primera Antología de dramaturgia de la autora Nadia Rosero con la recopilación de cuatro textos dramáticas y pos dramáticos: “El cuerno del poder”, “Tinta Negra”, “Cabeza sin mar” y “Exús Máchina y Muñeca”, desarrollados desde el año 2011 al 2015.

El Cuerno del poder, primer texto posdramático, fragmentario, sumado a la irrupción de prácticas multidisciplinarias dentro del proceso escritura. Tinta Negra, profundizó sobre el derecho al voto femenino 23 de septiembre 1947 en Argentina promovido de Evita Perón, la trama se desarrolla en un solo espacio. Cabeza sin mar, versión contemporánea sobre Antígona de Sófocles en tiempo de piratas y bucaneros. Exús Machina y muñeca, experimenta con la sonoridad poética de la palabra.

El proceso de escritura surge, marcado por las necesidades y particulares de cada material, desde una mirada femenina.



Taller de Dramaturgia Escénica



Dirigido por: Mg. Nadia Rosero.
El taller de dramaturgia escénica, propone la investigación, creación e indagación escénica sobre materiales textuales dramáticos y posdramáticos, a través de la creación, construcción de las escenas en un proceso de ensayo permanente y la respectiva participación en un ciclo de lecturas escénicas permanentes.
El taller está dividido en tres fases:
-La primera fase, aborda el análisis del texto, trama, escenas, personajes; y profundiza en las temáticas particulares planteadas sobre los diferentes materiales textuales, que reflexionan en torno a temas sobre las injusticias sociales, políticas, culturales, y de inequidad de género.
-La segunda fase, propone la indagación sobre el material textual, desde la investigación, exploración y creación escénica a través de la presencia del cuerpo del actor/actriz en el espacio.
-La tercera fase, consiste en la presentación del material de investigación, juego lúdico de la exploración escénica de los actores y actrices sobre las secuencias de las escenas dentro del ciclo de lecturas dramáticas y pos dramáticas, a realizarse de forma permanente.

Objetivo General
 Investigar, el material textual propuesto, a través de la exploración, indagación y creación, generada por el proceso de exploración del trabajo del actor y/o actriz en la construcción de las escenas.
   
Objetivo Específico.
  • Analizar, el material textual, la trama, las escenas, los personajes; y profundizar así, sobre las temáticas particulares planteadas por los textos, que reflexionan, en torno a las injusticias sociales, políticas, culturales, de inequidad de género de cada texto.
  • Analizar, la secuencia de acciones dramáticas del material textual.
  • Analizar a los personajes y su interacción en las diferentes escenas.
  • Investigar, explorar y abordar la construcción de cada escena por parte de los actores/actrices.
  • Indagar sobre las necesidades de los personajes, características físicas, psicológicas, sociales y de edad de los diferentes personajes, a través del juego lúdico de los actores/actrices y su acercamiento a las imágenes en cada escena.
  • Explorar las intenciones, deseos y subtexto de los personajes, y sus relaciones vinculares más cercanas o lejanas dentro de las escenas, cuidando de la entonación de la voz de los personajes en los diferentes momentos, que plantean las escenas.
  • Explorar y ensayar las características del personaje, a través de los elementos de su vestuario y objetos personales.   
  • Investigar, explorar y crear una secuencia de escenas en base al material textual creado.
  • Ensayar la lectura del texto, la secuencia y encadenamiento de las respectivas escenas.
  • Ensayar, la fluidez de la secuencia y transiciones de las respectivas escenas.
  • Recolectar los elementos de escenografía y utilería básicos, que aporten al desarrollo de las escenas.
  • Construir la banda sonora, a través de la recopilación de los sonidos de lo cotidiano, recopilación de canciones, recreación de sonidos ambientes y música en general requeridas en el texto.
  • Visibilizar, el material de la lectura dramatizada, que exponga el desarrollo, investigación y acercamiento a las escenas con los elementos necesarios y requeridos por la escena. 

sábado, 17 de marzo de 2018

Taller Laberinto de los lenguajes posdrmáticos, mímesis de la tecnología y memoria Política


Muy invitados al Taller Laberinto de los lenguajes posdramáticos, mímesis de la tecnología y memoria política en la dramaturgia contemporánea.

Próximamente más información.

domingo, 4 de marzo de 2018

Esperanza...

Nadia = Esperanza.


Nadia = Esperanza.

sábado, 3 de febrero de 2018

Catorce Cuadriles a la mesa, por favor.

Catorce Cuadriles a la mesa, por favor. (2011-2017.)
Dramaturgia Nadia Rosero.
Mención Publicación Convocatoria Teatro por Dignidad México. 
Puedes leer el texto on line Catorce Cuadriles a la mesa, por favor. 
Publicado en la plataforma on line Paso de Gato - México.

Revolución de la Estatuas

Revolución de la Estatuas (2017.) 
Dramaturgia  Nadia Rosero. 
Puedes leer el texto publicado en la plataforma on line de Iberescena.



Retrato de Juana Azurduy, Flor del alto Perú.

Apuntes varios sobre el texto.
Revolución de las Estatuas trata sobre la censura artística y la usurpación del patrimonio cultural de su lugar original, en Argentina, el texto fusiona las temporalidades del presente con el pasado de heroínas y héroes del siglo XVIII y XIX en sus luchas libertarias por la emancipación latinoamericana frente a la colonización española; y la lucha permanente en la actualidad contra el neoliberalismo.
En el siglo XXI, ahora 2017 destellan los signos de censura del Gobierno en Argentina frente al Patrimonio Cultural y Latinoamericano; desde el retiro de los retratos de los próceres, la movilización de las esculturas y las estatuas. Y el desmantelamiento del Salón de las Mujeres, el Salón de Patriotas del Bicentenario en Casa Rosada.
En cuanto a los espacios exteriores se percibe el vaciamiento de algunos murales de la ciudad, el cierre de espacios culturales, debido a la situación económica, el abuso con las medidas económicas, en el aumento súbito de tarifas de servicios básicos.
Continúa, la preocupación por la prolongación de políticas adversas, las marchas masivas se repiten con mayor frecuencia, frente a las injustas medidas económicas excluyentes en los temas sociales, económicos y políticos; y sin mencionar temas más relevantes, complejos y vulnerados frente a irrespeto de los derechos humanos, como el desaparecimiento de Santiago Maldonado en democracia, desde el 01 de agosto del 2017, y el maltrato discriminatorio sobre Milagros Salas, la líder Túpac Amaru.


Revolución de las Estatuas 

retrata el viaje de un escultor y varios compañeros de trabajo, en conexión con espíritus del pasado, al construir la estatua de Juana Azurduy en el viaje de resguardo de una Memoria histórica, en éstos tiempos, donde predomina la estupidez y la banalidad frente a las múltiples injusticias, en el cual predomina la realidad, más que la ficción.
El galpón de la Ex Esma era utilizado por el escultor Andrés Zerneri y varios artistas para la construcción del monumento de la Mujer Originaria MMO. Y justamente, el 23 de septiembre del 2017 se moviliza la estatua de Juana Azurduy del área exterior de Casa Rosa. 

jueves, 11 de enero de 2018

Una crónica de cine...

18 de febrero del 2016

Camilo Luzuriaga, constructor innato de historias …
Por Nadia Rosero             
                     
Un día lunes llego al Incine a las 10 a. m, un espacio creativo que alberga un sin número de estudiantes en formación de las carreras de cine y actuación, fotografía y sonido, animación en Quito. Las puertas están abiertas y miro a la recepcionista rodeada de papeles, contestando varias llamadas telefónicas, las requeridas en el trajinar del día a día respondiendo a informaciones requeridas por los estudiantes. 
A la izquierda hay una cafetería, una pequeña fuente de agua y espero la llegada de Camilo Luzuriaga, el cineasta ecuatoriano muy querido por todos en la ciudad. Llega enseguida, sereno, tranquilo y muy amigable. Él conserva esa esencia mágica a través de los años del sutil trajinar en el tiempo, de esas experiencias habitadas, siendo auténtico, sencillo, tranquilo, sereno, y muy exigente de rostro relajado, de caminos construidos con fuerza, coraje y valentía en una ciudad difícil y compleja, a veces tan indiferente frente a los procesos artísticos. Subimos varias gradas hasta llegar a una sala de reuniones. 
Siempre ha sido una persona dinámica, inquieta con múltiples responsabilidades a la vez en distintas facetas: ahora en el emprendimiento y sostenimiento del Instituto de Formación Cine y Actuación, la consolidación del desarrollo de proyectos internos con los jóvenes y el construir sus proyectos propios, ampliando sus universos imaginarios y convertirlo en imágenes.

Conocemos su solidez artística como cineasta, su camino cruzado como guionista, productor, pedagogo en constante praxis y su faceta de actor poco conocida en varias películas relevantes. 

Reservado en su vida privada, pero se intuye que lleva con tranquilidad los roles de padre, pareja y abuelo. Su vida personal confluye con la profesional, acompañado por Lissette Cabrera su pareja y su hijo Juan José Luzuriaga. A su vez, es el maestro infatigable que impulsa a sus alumnos y alumnas en el oficio cinematográfico. 

Dialogar con Camilo es abordar sus diferentes facetas artísticas. Él es un constructor innato, hacedor de sueños y de espacios de ficción. Conformó el Grupo Cine hace más de diez años 
(1986.) , recuerdo cómo se levantaron las paredes de la sala de cine Ocho y Medio en Quito, en un lapso de tiempo bastante corto. Se construyeron las oficinas, la primera sala de cine, la cafetería, mientras funcionaban los talleres de formación permanente de verano. Del polvo, los ladrillos se levantaban en paredes enlucidas. Y él caminaba de un lado a otro entablaba conversaciones con los albañiles,
los carpinteros, los cerrajeros, la secretaria, la contadora —con fluida experticia organizativa en los procesos administrativos—, para afinar detalles, mientras planificaba los cronogramas con los docentes y talleristas. Él sabe delegar las actividades y el trabajo para lograr sus sueños y cumplir sus metas.
Por ahí, me contaban que era de esas personas, que diseñaba, construía sus propios muebles de las casas, elegía los colores, decorados e incluso el tipo de madera, con bastante detalle y prolijidad.
Conocer a Camilo es adentrarse en los aportes relevantes al cine ecuatoriano. Un adelantado a su tiempo ha asumido retos continuamente, frente a las ausencias o incipiente presencia del cine en la ciudad. Estos procesos se fueron construyendo a pulso con personas como él. Fue un pionero en muchos aspectos: en las propuestas cinematográficas, en la construcción de una escuela de formación en cine, en la realización continua de productos audiovisuales con sus alumnos, en usar sistemas de tecnología avanzada, en mejorar los procesos de postproducción cinematográfica, en la construcción de salas de exhibición, en asumir coproducciones internacionales, en la formación de talleres continuos involucrando el desarrollo de la actuación dentro de las escenas. Transitó por varios formatos cinematográficos, desde lo clásico Super - 8 en el corto documental “Tierra Cañari” (1977.), el 16mm en “Don Eloy” (1981.), 35 mm en la película “Entre Marx y una Mujer desnuda” (1996.) y el formato digital en “Cara o Cruz (2003.), conoce, el tránsito de las diferentes formas y procesos, sus ventajas y desventajas técnicas, a la hora de enfrentar los distintos proyectos.

Él formó parte de esa generación en que los fondos de apoyo a la realización de películas eran muy escasos. Y le apostó a su fuerte convicción de hacer sus películas, develando esa constancia, inamovible fortaleza y pasión auténtica por su trabajo en la tangible y continua praxis cinematográfica. Se acostumbró a exigirse y brindar servicios de alta calidad, en un medio marcado por el descuido en lo referente al fomento cultural y otros. Por ejemplo, los espacios de exhibición, salas de cine en Quito nos acostumbraban a una  mala calidad continua con películas muy viejas o demasiado comerciales, que se interrumpían constantemente durante las proyecciones, por el uso de equipos en mal estado, a su vez negando al público, el acceso al disfrute de cine arte.

En los talleres de formación, recuerdo que Camilo nos acompañaba en los rodajes y nos asesoraba mirando detrás del lente de la cámara o verificando la construcción de la secuencia de planos para una escena. Previamente, transitábamos en varios ejercicios de actuación para los rodajes y grabaciones de cortometrajes. 

Camilo tiene varias facetas como creador en sus diferentes películas de las primeras proyecciones en barrios de Quito. Recuerdo que mi madre, cuando yo era pequeña, me llevó a ver la proyección Chacón Maravilla (1982), en un recóndito barrio de la ciudad, donde se juntaban varios amigos, artistas y sus hijos; luego, pasaban los respectivos y amigables canelazos para las frías noches quiteñas. Allí, sentir en la película la magia de los zapatitos hablantes y los dibujos de niños que cobran vida y salen de las paredes, un niño dedicado al oficio de lustra botas con una imaginación volátil y despierta, era una experiencia novedosa en esos tiempos. Particularmente, en este corto se muestran personajes del centro de la ciudad, de las contrastantes y abruptas diferencias sociales, que a cualquiera removía el corazón. Chacón Maravilla dialoga con esa disyuntiva constante entre los niños trabajadores de la calle, que limpian zapatos, y las niñas protegidas de familias acomodadas.
El filme muestra las dos caras de una moneda, de una misma realidad. El guion fue escrito en conjunto con Jorge Vivanco y une la vida de los personajes desde la magia y no desde esa precariedad del sufrimiento o angustia de lo real y condiciones de vida, el dolor se libera en la ficción creando nuevos universos propios, y ahí los niños juegan libremente con su imaginación sin fronteras.
En lo visual, se ve reflejada toda una época, la forma de vestir tan particular de los ochenta. Por ejemplo es fascinante la imagen inicial, en donde el grupo de amigos del protagonista camina por las largas calles fumando, mientras bailan al compás de la alegría, antes de aprisionarse en esos núcleos familiares, a veces un tanto opresivos; en ese instante, ellos se muestran más risueños y más libres que nunca en el juego y compañerismo. Los personajes habitan sus propios universos, viven su propia dinámica de juego, y esto, para una nena en esos tiempos, era mirar magia. Llegué a creer que podía dibujar algunas formas en el aire y hacer aparecer personas era  mágico... La película me hacía reír mucho y ponerme bastante triste en algunos momentos. Evidentemente, invitaba a los adultos a reflexionar sobre los crímenes sociales de injusticia en los espacios urbanos Quiteños.


Las películas de Camilo Luzuriaga son un referente nacional, y él transita con un proyecto en curso o en mano, o con miras a otro en el futuro cercano. Sus ideas movilizan a gran parte de los citadinos quiteños es lo que extraño mucho. Se escuchaba: «El Camilo está haciendo su película…», y todos, en alguna medida, queríamos estar en ella o participar. Sin duda alguna es la inspiración de otros cineastas, que se movilizaron y motivaron a hacer sus películas. Un corredor de autopista, un corredor permanente de riesgos.

En 1996, presentó la película Entre Marx y una mujer desnuda, basada en la novela de Jorge Enrique Adoum, recientemente el libro cumplió 40 años, desde su primera publicación en 1976. La película devela, el pensamiento revolucionario liberal de los años 70`s con una estética polémica y difícil a una idiosincrasia quiteña. Años más tarde, Camilo Luzuriaga asumió la producción local de un rodaje internacional gigantesco; y ésto en la ciudad no era frecuente y demandaban una amplia participación de personal en todas las áreas. Con un gran elenco de actores e invitados, entre los cuales estaban Meg Ryan, Rusell Crowe y Helen Mirren, se filmaba Prueba de vida (2000) en Quito del director Taylor Hackford.

Y en los múltiples talleres de formación en cine en la clase de apreciación cinematográfica, nadie se iba sin conocer y enamorarse del decálogo Krzysztof Kieślowski y la fascinante trilogía Red, White y Blue, con sus bellas bandas sonoras. Tiempo después, pude compartir un poquito en el rodaje de Cara o cruz (2003), una película más intimista. Ahora estamos a las puertas del 2016, no sé cómo, ni cuándo pasaron tantos años. Pero hay una huella y cruce de experiencias artísticas y diversas generadas en el tiempo y que nos hicieron emocionar y partícipes de los sueños, historias, barrancos, las disputas; en fin, de la ironía de la vida y sus conflictos en los universos ficcionales íntimos en diálogo permanente con lo real.

Ese día en concreto llegar Camilo se comunica con varias personas de la recepción del Incine. Me saluda amigablemente resuelve unos pendientes, regresa y sube las gradas conmigo y resuelve algunos pendientes; entabla una que otra conversación con sus alumnos sobre sus trabajos respectivos. El peso y el sonido de sus zapatos es de particular firmeza, marcan la huella de lo vivido. En ese preciso instante, tenía un encargo para su hijo Juan José, entonces lo acompañé a buscarlo a sus clases de sonido. Camilo abrió una puerta y encontramos a su hijo, ya un adulto Padre enseñando a sus alumnos. Ahí entramos de improviso, y me quedé un rato, con las imágenes de una pantalla de una película western. Juan José hacía pausas a las imágenes para explicar acerca de las capas de sonido incidental, de cómo los personajes eran más mágicos sin sonido, con un sentido marcado hacia lo etéreo; y al contrario, al añadirle distintas sonoridades, los personajes se volvían más terrenales, de carne y hueso. Se siente en el aire, un afecto paternal silencioso, pues Camilo parecería muy pendiente de su familia y su hijo desde lejos, sin que él apenas lo advierta.

Después, él se instaló en una sala de reuniones, donde no hay muchos objetos, solo varias sillas. Él revisa su computadora por momentos y, finalmente, llega el momento de conversar un poco, de intentar acercarse a las rendijas del alma, un tanto intangibles, develadas en las palabras. Las memorias salen a flote en el ejercicio de transitar su propia historia. Le hago unas preguntas y él me responde amigablemente. Me cuenta de cuando era un muchacho y hacía foto fija y un poco de teatro. Aún no tenía idea de que sería cineasta. Él proyectaba películas en la época de la revolución para sindicatos campesinos, en un ámbito alternativo. El cine devino por casualidad, cuando un amigo le prestó una cámara para registrar un evento de acción social. Participó en un concurso organizado por Freddy Ehlers, junto a Polo Barriga, Gustavo Guayasamín y Pocho Álvarez. Surgió, de ahí, la necesidad de hermanarse y hacer cine juntos. Liderados por Gustavo, se creó Asocine en el año 1977. Entonces, decidió dejar el teatro e invirtió ocho años en su formación para la praxis cinematográfica. Oficialmente, hizo su primera película, Don el Eloy, en 1981. Cuatro películas forman parte de su cinematografía como realizador: Entre Marx y una mujer desnuda, La Tigra, Mientras llega el día, con el desarrollo de guiones adaptando algunos cuentos y novelas de varios autores ecuatorianos, y Cara o Cruz, que está ligada más a una experiencia personal de vida, una película más íntima. Esta última contó con 5000 espectadores, un número menor comparado a la asistencia que tuvieron las otras. Para él, muchas películas norteamericanas se basan en obras de literatura, pero mención que siempre debe haber un amplio acopio de investigación previo indispensable sobre la mismas. Cine y literatura lenguajes con sus propias particularidades se cruzan, cuando el guionista traduce una obra literaria y motivarse a llevarlo al campo visual, conservando su trama o libremente realizando una versión nueva en torno al material.

La Tigra (1990), que muestra una conexión con la cultura popular montubia, traslada a la pantalla el cuento de José de la Cuadra, autor de Los Sangurimas. Mientras llega el día (2004), por su parte, se basa en la novela de Juan Valdano que lleva el mismo nombre. En Camilo, aparecen una preocupación y un interés constantes por lo Nacional, no solo como homenaje a las letras ecuatorianas, sino para develar una identidad y cultura popular como reconocimiento a la diversidad e interculturalidad ecuatoriana. Camilo se refiere a Entre Marx y una mujer desnuda como una película polisémica, de poética visual, poética en la palabra, poética en lo sonoro basada en la novela de Jorge Enrique Adoum. Describe la escena del Poeta antes de su suicidio en las vías del tren, cuando lee Los heraldos negros de César Vallejo. La secuencia finaliza con el abandono de Marga María, esposa de Gálvez, mientras culmina la lectura del poema. Acá el poema de Vallejo, que evoca la presencia de los fantasmas, que revolotean con los vivos. 

Los heraldos negros

César Vallejo.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!

Me cuenta un poco sobre la Tigra y cómo en ella se devela el arquetipo de la hembra dominadora de los hombres en la cultura montubia. La combinación del folk, el folk de Spike Lee, y la sabiduría de un pueblo hizo que la película sea tan popular. El filme tiene también rasgos indigenistas, pues refleja las costumbres y los hábitos de una sociedad, la interculturalidad, el reconocimiento y la valoración de la cultura montubia, donde la clase media urbana ninguneaba la manifestación de otras identidades culturales con un predominante racismo. Luzuriaga lleva extraordinariamente esa brillantez de la literatura nacional al lenguaje visual. 
El cuento construye una bella fantasía poética. Las tres hermanas Miranda viven en una hacienda ubicada en la costa ecuatoriana: Francisca, apodada «La Tigra» por su carácter temerario e indomable, Julia y Sara. La Tigra es una Mujer Indómita, que no teme a los hombres y le gusta dominarlos; es de armas tomar y le gusta dar el tiro certero en el blanco; se sube a los caballos y protege a sus hermanas de cualquiera como una fiera. Ella escoge a los hombres que van a su lecho y los despierta a tiros en la mañana. Cuando los asaltantes visitan su casa, no duda en salvar a sus hermanas y asesinar a los cinco hombres; también llora como una niña por dos de sus amantes. Aparecen siete hombres muertos en su casa el mismo día y Francisca viste delicadamente a dos de ellos. La gendarmería le visita para interrogarla y ella sabe defenderse como una verdadera tigresa. Luego, protege a su hermana Julia de un pretendiente tuerto, al cual prácticamente le esclavizan y lo alimentan dulcemente; en las noches es prisionero del lecho de las dos mujeres, hasta que él decide abandonarlas. La Tigra se deja seducir por un gringo extranjero, quien le deja su bello clarinete y le promete volver algún día. 
En las noches montubias, hay canto, alcohol, guitarras y hasta un clarinete. No podía faltar el brujo de esas tierras, que advertía a las hermanas sobre mantener la virginidad de la más pequeña Sara para alejar cualquier mal de la casa. Mientras tanto, llegan las cartas del año 1935, en la cuales siguen las denuncias sobre gendarmes y caballos mal heridos, que osaban cruzarse por la hacienda de las hermanas Miranda. La Tigra es un cuento donde el léxico montubio aparece con sonoras palabras y la brillante fantasía de José de la Cuadra se plasma en el lenguaje cinematográfico construido por Camilo Luzuriaga, quien hace un homenaje a la literatura ecuatoriana, a la cultura montubia ausente en el cine, a la belleza y la presencia femenina en el cine y a la presencia de una cultura extranjera —con clarinete en mano y marcado acento gringo—.
Algunos referentes literarios importantes en la vida de Camilo abarcan varios autores nacionales de la década del treinta, el llamado Grupo de Guayaquil: José de la Cuadra, Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert, Alberto Ortiz y Ángel Felicísimo Rojas; también Pedro Jorge Vera, perteneciente a la corriente del realismo social en el tratamiento de la cultura montubia y serrana, y otros grandes autores representativos como Pablo Palacio, Joaquín Gallegos Lara, Alfredo Pareja Diezcanseco, Jorge Icaza, César Dávila Andrade, entre otros.

Respecto al cine, é admira a Tomás Gutiérrez Alea, director de Memorias del Subdesarrollo de la década del sesenta, y Leopoldo Torres Nilson, cineasta argentino de una prolífera producción cinematográfica de los años cuarenta y setenta, y el inabarcable Krzysztof Kieślowski, por su impronta, transparencia y modestia en el cine, donde el autor se vuelve imperceptible y la materialidad cinematográfica habla por sí misma. Camilo es consecuente con esa idea y dice que el cineasta en Quito, conserva una idea parroquial y arcaica en torno a su oficio,  al quedarse con el gran mito, de la existencia de una obra sacrosanta, pulida en alguna lápida de la posteridad en el homenaje a la obra cumbre del cineasta.  El gran cine, dice, se gesta justamente por realizadores anónimos, quienes hacen las mejores películas del mundo. Y afirma que, antes de triunfar en Europa, los cineastas deben conquistar primero a los públicos nacionales. 

Advierte que uno de los problemas del cine y la televisión actuales es que son medios que carecen de un espíritu más corporativista. El cine no se hace solo y Camilo plantea la necesidad de crear células de un empresariado cooperativo, dentro de un modelo capitalista, en el sentido de aunar fuerzas y recursos para producir películas. Un buen ejemplo es Touché  Films afirma, donde se gesta la idea de cooperación y trabajo en conjunto desde una empresa. Aún hay resistencia a la formación de empresas, en ese sentido, dice Camilo, «seguimos siendo culturalmente católicos». «Se trabaja para el ego y no para el público y soñamos con el reconocimiento Europeo, Méxicano y Argentino, cercano más a lo Europeo, culturas de una tradición muy ilustrada».

El éxito de Enchufe TV es haberse declarado quiteño, sin pensar en reconocimientos Internacionales, los cuales vinieron luego por añadidura, como el Streaming Awards 2014, en la industria norteamericana. Ocupa el número cuarenta y tres como producto mundial y el número uno en producción de contenidos dramáticos, así ha conquistado ampliamente a los públicos nacionales.
La coproducción no se sustenta con escasos financiamientos, por eso es necesario sentarse a la mesa y hablar sobre la capacidad de convocatoria del público nacional y la región latinoamericana de un proyecto cinematográfico. Enchufe TV se transmite en la televisión nacional y, ahora, fue contratado por Netflix, una plataforma de series en línea. Cuando eran estudiantes, sus creadores trabajaron un año gratis en colaboración permanente, lo que permitió generar el proyecto. El concepto de trabajo colaborativo es la base de esta industria y es fundamental trabajar para el público nacional.

Sobre la actuación en el cine, Camilo Luzuriaga dice que, en el cine norteamericano, el proceso está más asumido y entendido, al igual que en el cine inglés. Por ejemplo, la última película de Alejandro Iñárritu, El Renacido, se sostiene en la flamante actuación de Leonardo DiCaprio, de los soldados y del jefe de la guardia; todos asumen características de sus personajes y forman una orquesta sinfónica, que marcha al compás de la película. El director no le tiene miedo al actor, trabaja a fondo con sus actores. 

En Quito con Charo Francés y Christoph Baumann, se profundiza el campo de la actuación. Pero, en general, se ha asumido un trabajo arcaico, con la idea de representación en una escena, modelos de los siglos XVI y XVII. No obstante, queda por hacer el tránsito de la representación —imitación— a la presentación —estar presente—. «La actuación es la vida misma», enfatiza Camilo. Los actores son vivenciales y aún se desconoce el trabajo actoral como cultura y sus procesos relacionados. La mayoría de directores considera que los actores no están preparados o que aquellos de escuelas teatro se ponen nerviosos frente a una cámara… Y la verdad es que seguir formando actores exclusivamente para el teatro es un modelo arcaico. Se necesita una formación de teatreros vinculados al cine y al video, para expandir el campo de la actuación. 


Ahora mismo, Camilo Luzuriaga busca cómo combinar y buscar más tiempo para gestar nuevos proyectos, entre los cuales está la producción de largometrajes y de una novela por capítulos.
Él se prepara para una reunión importante a las 4 pm. Entonces, parto alegre tras haber removido memorias fílmicas, pensar en autores nacionales, un espacio para hablar de la transformación de ideas, sueños en imágenes y películas reales, que develan nuestro contexto e idiosincrasia. 

Un día que dialoga con Camilo Luzuriaga sobre cine, literatura, las peripecias y la realidad cultural de la ciudad, desde una lógica constante de voluntad, deseo, convicciones profundas bajo una continua praxis en el complejo oficio artístico de construir el Cine Nacional, a través de una identidad visual propia referido a nuestro propio contexto. 
Cuando las cosas están bien hechas, hablan por sí solas…En todo caso, un bello día...