En la semana del 16 al 20 de noviembre, participamos en la residencia Partituras de movimiento Laboratorio de Exploración y Colaboración en la ciudad de Quito propuesta dirigida por Lorena Delgado y Alison Lehuanani DeFranco presentada inicialmente en la ciudad de Cuenca y luego Quito ganadora de la Convocatoria Fondos Concursales de este año, Ministerio de Cultura Quito.
Durante la semana, el proceso de investigación estuvo encaminado a descubrir, indagar sobre fragmentos de partituras de diferentes coreógrafos- bailarines y un músico de consolidada impronta personal y de una creatividad extraordinaria como primer acercamiento, a las partituras basadas en algunas obras de Steve Paxton (1939.), Lucinda Child (1940.) Tisha Brown (1936.), Anne Teresa De Keersmaeke (1960.), William forsythe (1949.), Matteo Fargion (músico y performer) y Jonathan Burrows (1960.)
Personalmente, disfruto, cuando azarosamente el destino, nos une a compañeros, que hace tiempo no nos veíamos; compartir este proceso grupal entre casi veinte participantes artistas de la ciudad, en sí mismo es una bella experiencia, un proceso bastante fluido.
Es esa posibilidad, de abrir puertas gigantes a nuevos procesos de exploración frente a los materiales planteados de tremendos coreógrafos-bailarines. Trabajamos todo el taller sin música, el único motor de movimiento está guiado por cada creadora y creador en el espacio, ya sea en grupos rotativos y parejas, con varias consignas a resolver durante cada día de taller. Una suerte de desciframiento sensible, paulatino y continuo de las múltiples pistas , cada propuesta es disímil de la siguiente.
Allí, anduvimos en uno de los pabellones, y en el patio central en el CAC - Centro de Arte Contemporáneo. Durante el tránsito de los días, recibíamos las copias de las partituras de los diferentes coreógrafos y un pliego de papel, donde debíamos describir el mundo sensible del cuerpo –movimiento, de esa complejidad supeditada a nuestra energía, como seres únicos habitando en un espacio, atravesados por varios lenguajes expresivos, traducidos a ese,
otro soporte testimonial, la hoja en blanco. Una suerte, de develar la profundidad del ser en sus diferentes manifestaciones artísticas, a través de la palabra –lenguaje, la expresión gráfica, los dibujos de líneas y puntos y el intento de decodificar el cuerpo, a través de la expresión verbal en el papel.
Lorena Delgado nos iba guiando con las consignas en el espacio. Bajo el brazo de la partituras de "Satisfyn' lover" de Steve
Paxton (1939) coreógrafo estadounidense. Partía de
realizar, lo que la partitura designaba como desplazamiento, silencio o pausa e
inicio de la caminata. Por ejemplo:
Caminar a 4/5. Pausa. Un minuto. Salir. Las instrucciones guiaban el desplazamiento,
asumido por cada creador/creadora, desde su interpretación lúdica.
Alguien afuera, podía observar las relaciones azarosas- causales, generadas en dichos desplazamientos y las pequeñas conexiones instantáneas, distribuidos azarosamente en ese cruce constante de energías.
Caminar a 4/5. Pausa. Un minuto. Salir. Las instrucciones guiaban el desplazamiento,
asumido por cada creador/creadora, desde su interpretación lúdica.
Alguien afuera, podía observar las relaciones azarosas- causales, generadas en dichos desplazamientos y las pequeñas conexiones instantáneas, distribuidos azarosamente en ese cruce constante de energías.
Tisha Brown. Leyendo el cuarto. En patio central del CAC, elegir un fragmento del espacio, construir una partitura de movimientos propios, definida por las características espontáneas, que construyen y posibilitan la sensibilidad del espacio. No es lo mismo, interpretar a través del
cuerpo-movimiento un espacio cerrado o uno abierto, en una área tan concreta, de una altura considerable, iluminado; donde convergen la piedra en el piso, el ladrillo, cuya textura, color definen concretamente, la materialidad del espacio, en el cual cada una juega con las coordenadas y amplitud de la atmósfera de cada fragmento espacial.
La partitura basada en “Melody Excerpt” de Lucinda Childs, una suerte de interpretar y traducir un fragmento, una partitura con una multiplicidad de curvas, puntos y líneas agrupadas en compases de cuatro dibujos. Cada compás, tenía alrededor de 4 a 5 desplazamientos.
El proceso iba en descifrar colectivamente dicha partitura en el espacio.
Una de la cosas difíciles era ponerse de acuerdo, desde qué lugar iniciar, una especie de enigma, cuando cada una tenía una interpretación muy diversa. Dentro de este proceso se llegaba simultáneamente a un acuerdo colectivo, y cada una asumía un punto fijo, una línea y un desplazamiento en línea o curva y coordinábamos en conjunto.
A ratos, la dinámica reflejaba, una especia de dialéctica filosófica sobre esas coordenadas
cuerpo – movimiento, en la traducción de algo, que no es una palabra, sino dibujo acoplado con curvas y varios puntos, en pos de la resolución de un desplazamiento muy concreto.
Anne Terese De Keersmaeke, una partitura designada por una secuencia de letras en una línea de acciones. Grupo 1: Movimiento 1 = A, B, C. Movimiento 2= A. Movimiento3 = C, D. Movimiento 4= A, C. Movimiento 5= B, D y así hasta el número 19. Cada una, debía reconstruir su propia partitura, traduciendo a números, armando una secuencia, de acuerdo a letra asignada recomendado por Lorena. En este caso la letra “B” y correlación o significado numérico.
En 1 interviene B, en el 2, 3, 4 no interviene. Así se va armando, una secuencia de números 1, 5, 8, 11, 14, 15 y los movimientos se repiten, de acuerdo a la numerología, con una secuencia de cuatro movimientos gestuales realizadas en grupos. Así como también, jugar con el efecto de Acumulación de movimientos dentro de la secuencia partiendo de: 1; 1, 2; 1, 2, 3; 1, 2, 3, 4, y así sucesivamente...
Los pequeños, recesos eran los momentos en los que dibujábamos en el papel o describíamos con frases un espacio, o elaborábamos una secuencia de movimientos e intercambiábamos los dibujos, para que otro, realizará el desplazamiento, en un ánimo de exploración continua. Continuaban los demás procesos de exploración...
El último día fue dedicado a la fusión y ensamblaje por parte de Lorena, de las distintas partituras en una sola propuesta, como muestra de la exploración final de la residencia de creadoras y creadores. Creando, una línea de acción y desplazamiento continuas, con entradas, salidas. Anunciando, el inicio de la partitura y la consecución de la secuencia. En sí mismo, el ensamblaje proporcionaba, una nueva propuesta de exploración mostrada en el espacio abierto del patio. Una de las características del espacio del teatro posdramático de Lehman - Site Specific, intervenciones artísticas en espacios - no convencionales. En este caso, un espacio abierto bajo la luz de la tarde, ejecutando las diferentes partituras, bajo ese ordenación lógica de fragmentos, sin acompañamiento músical, más que la sonoridad de la palabra dicha en las pausas del cuerpo-movimiento.
Al final de la experiencia, Lorena propuso un juego a los espectadores, quienes tenían que realizar los movimientos de una nueva partitura, dividida en dos grupos.
La numeración estaba ubicada en el espacio y las consigna se gritaba desde el segundo piso:
4= correr, 9= caminar, 2=sonidos, 3= saltar, 5= girar, 7= girar, 8= correr, 1= respirar y 6= bailar.
Y todos ejecutaban los movimientos designados.
Un espacio vacío, deshabitado, una estructura incólume como el patio del CAC, bajo los breves movimientos del cuerpo cobran otro sentido, otra dinámica. Crean esa energía en movimiento, en donde el cuerpo humano y su vitalidad se reflejan en el espacio, hacen que la presencia de la vida- movimiento devele una magnífica presencia. Una exploración conectada también con el azar, la presencia conjunta, cada cuerpo sigue una lógica de lo que entiende o indaga en los movimientos y eso se fusiona colectivamente en una dinámica interesante. Los cuerpos bailan, indagan y exploran los espacio con energías, esas energía individuales se acrecentan en la colectivad, como impulso motor de movimiento en el espacio. Sueños fugaces, suaves dibujos en el tiempo...
De repente, esa energía colectiva y vital se disipara en el espacio, cuando finaliza el juego o muestra de la exploración.
Desde mi lógica, el trabajo corporal, agudizará los sentidos, será más auténtico la conexión con uno y con los otros, deslinda de la cotidianidad. En el movimiento, el cuerpo, las células se movilizan internamente, al igual que las emociones y los razonamientos lógicos.
Como, si el cuerpo alineará inconscientemente sus chacras y esa respiración del aire estuviera más conectada con el universo. O en todo caso, la pulsión de la vida se hiciera más presente.
En el corazón se despierta esa energía colectiva, como una vibración expandida y posible…
Conectar con energías sensibles, como posibilidades expansiva del juego lúdico del cuerpo- movimiento y el cuerpo - vida. Experimentar, la sensación de dibujarse por si mismo de distintas maneras, cada una habitando en su propia lógica.
Movimientos contemporáneos, abstractos, difícil designar con
nombres precisos, cuando los mismos coreógrafos, demuestras la amplitud del lenguaje
cuerpo- movimiento y la multiplicidad de búsquedas y exploraciones infinitas. Dichas
partituras, en las cuales emergen varias posibilidades de representación
simbólica; y cuando se relacionan, los desplazamientos del cuerpo en el espacio
armando unas secuencias contruídas, basadas en letras, números, signos, dibujos, a través de repetición de movimientos, como proceso de
exploración, en el cual la creadora-creador aporta con su experimentación del movimiento, a lo expandido e Ilimitado dentro del espacio, también como posibilidad de libertad infinita.
¿Cómo coordinar, una forma de representación simbólica, un lenguaje descifrable de los movimientos tan diversos y personales, más allá de la memoria personal o colectiva del instante?
¿Cómo coordinar, una forma de representación simbólica, un lenguaje descifrable de los movimientos tan diversos y personales, más allá de la memoria personal o colectiva del instante?
Parecería, que el cuerpo es una metáfora simbólica intraducible de su propia libertad...
Son de esos momentos, experiencias fugaces y bellos que una habita y vive. Los procesos abren puertas inexplicables, dónde la energía contenida se
disipa, esperando volver a crearse y juntarse para expandirse y volver a desaparecer...
El CAC es un espacio, que me trae gratos recueros como la extraordinaria experiencia de las Horas florecen...Pensar, que ahora en el presente florecen otros tiempos...
Energía en continua movilidad...Partituras en continua búsqueda...
El CAC es un espacio, que me trae gratos recueros como la extraordinaria experiencia de las Horas florecen...Pensar, que ahora en el presente florecen otros tiempos...
Energía en continua movilidad...Partituras en continua búsqueda...
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