domingo, 16 de agosto de 2015

SINDICATO DE MUSAS INSPIRADORES


Me pliego al sindicato ficcional de musas mujeres inspiradores, que transitan por diferentes hemisferios desde el polo norte al sur, habitando las historia del arte y la literatura. Sindicato entendido, desde su significado original “el hacerle justicia” a un hecho injusto develado, al ser las bellas musas inspiradoras de los artistas y en cierto sentido imposibilitar a las mismas, la realización de rol inverso, el de la creación en el arte, escuchar sus palabras libremente y el escuchar dichas voces a plenitud.
Esta situación devela, en cierto sentido, la
imperfecta inequidad  y desventaja por las que transitamos las mujeres. Hoy nos plegamos a un paro sindical, el ser liberadas en cierta medidas, el exigir, reclamar, reivindicar, protestar y el pedir con suma obligatoriedad la presencia de bellos MUSOS inspiradores para alentar en gran medida, los  procesos creativos femeninos y la liberación oprimida del subconsciente patriarcal, al fomentar el florecimiento apaciguado de un lenguaje explosivo, brillante, bello e inconcluso en la creación femenina dentro del  campo artístico y dar más espacio a dichos procesos.
La existencia equitativa de MUSOS entre otras cosas, alentaría también al establecimiento permanente de un diálogo rebelde emancipado. 

El reflexionar sobre los mecanismos de marcharse de una serie de cadenas, estereotipos inconscientes opresores, preestablecidos y esa obligatoriedad de sujeción  a roles asentados antes de nacer,  atribuidos por añadidura como ataduras adosadas con intransigente formalidad.
Ahora voy acompañada del "Rodaballo" de Günter Grass, traducción de Miguel Sáenz , la historia dividida en 9 capítulos, durante los cuales se contempla de cerca los nueve meses de gestación de Ilsebill, mientras dentro de cada capítulo se adjunta varios titulares distintos, cada uno de ellos, da pie para reflexionar y hacer un innegable comparación constante sobre las injusticias sociales acaecidas sobre los roles femeninos en distintas historias, donde “El Rodaballo” un  pez plano, hexagonal, dos ojos al mismo lado es juzgado por un tribunal de mujeres feministas,  acusado por la continua pérdida de espacio de la mujeres en el alejamiento paulatino del matriarcado hacia el patriarcado como modelo cultural y social desde el período neolítico. En el imaginario, la pérdida de nuestro tercer pecho sería uno de los primeros causales, la reflexión en torno a los modelos estereotipados de lo femenino, la imposiciones de roles sociales patriarcales se van develando  mientras el “Rodaballo” con audacia intenta redimirse con argumentos filosóficos frente a cada caso adjudicado,  la identificación de las mujeres con términos como la doncella, la monja, la puta, pasan con facilidad;  las mujeres iban a la hoguera  cuando  buscaban  el  conocimiento, acusadas de brujas hechiceras o locas como Juana de Arco.  Cada capítulo es un plegarse a un paro permanente, que nos hace reflejarnos  en un sentido de liberación constante como principio de sobrevivencia. 
La represión creativa y patrialcal pueden convertirse en cadenas aprisionantes, 
aún en estos tiempos tan contemporáneos, trasgredir dichos estereotipos parecería transitar por  caminos empedrados. 
Da alegría, mirar como una actriz de extraordinario talento y trabajo como  Meryl Streep, financia la posibilidad y desarrollo de guiones escritos por mujeres para fortalecer esa mirada silenciada sobre lo femenino en la historia del cine y equilibrar así los potenciales creativos. En definitiva, posibilitar y abrir las puertas a las  expresividad femenina en las artes.
 

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