Cuando asistía a las Ferias de libro en Quito realizadas a finales de año en el parque Bicentenario en el 2012 y en la CCE en el 2013, me llamaba la atención los stands del Fondo de Cultura Económica (FCE), fundado en la ciudad de México en el año 1936 por Daniel Cosío Villegas hace 79 años. Se presentaban con un amplio catálogo de titulares y línea de publicaciones y obviamente disfrutaba de las novedades. Actualmente, el FCE funciona en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, Estados Unidos, Guatemala, Perú, Venezuela, con un sin número de sucursales dentro de cada país. Recuerdo en las Ferias del libro, me iba muy alegre, a la vez bastante cabizbaja cavilando, haciendo inevitablemente imprecisas comparaciones y una serie de preguntas: ¿Por qué no se harán las cosas de esa forma aquí? ¡Qué escaso el número de publicaciones nacionales! Si no fuera por la presencia constante de algunas editoriales nacionales. ¡Esto sería bastante vergonzoso! ¿Por qué no funciona el FCE en Ecuador? o ¿Por qué nuestro país está un poco relegado en el fomento al desarrollo editorial? ¿Por qué se publica un solo libro en todo el año en algunos lugares? ¿Por qué nuestro país sale en estudios, cuyo argumento pregona la lectura de medio libro al año?, ¿Por qué se incrementa la escasez y cierre de librerías relevantes en la ciudad? Recientemente se habló de la crisis y cierre de Libri Mundi ubicada en la Juan León Mera en la plaza Foch por la falta de venta de libros, el sobrexceso de bares en la zona y consumo de cervezas. ¿Por qué vivíamos las injusticias en la vida literaria de Quito?, ¿Por qué nuestros reproches, no han posibilitado cambio alguno?, ¿Por qué muchos de mis alumnos no leen mucho? ¿Por qué parece que leer en una edad adulta parecía una tarea casi imposible? ¿Cómo logramos que se lea más en la ciudad? ¿A qué se debe, la disminución de libros especializados en diferentes áreas? Cuando buscaba textos de dramaturgia, no había casi nada, excepto los titulares clásicos; sería absurdo que no existieran. Disculpe, ¿Qué es dramaturgia?, la típica pregunta. ¿Por qué, cuando me acerco a algunas librerías en sus vitrinas proliferan los libros de autoayuda?, ¿Son éstos los más vendidos? ¿Por qué las librerías en algunos centros comerciales están ubicadas en los lugares más recónditos y ocultos?
Considero, que dicha situación, no se debe a la falta de autoras o de autores e investigadores a nivel nacional; al contrario, me parece que existe una enorme dificultad de posibilitar las publicaciones, visibilizar los distintos materiales, el escaso número de librerías, el escaso número de lectores, la falta de consejos editoriales especializados en las distintas áreas como el cuento, novela, poesía, filosofía, dramaturgia, ensayos u otros, la falta de convocatorias que fomenten dichas publicaciones de forma continua, exceptuando tal vez las publicaciones de libros educativos de enseñanza primaria y secundaria.
Realmente, me alegré cuando leí un artículo en una página, anunciaba
la apertura del Fondo de Cultura Económica en Quito en el edificio de UNASUR en
el mes de marzo. Finalmente, la inauguración fue en una casa tradicional, ubicada
en la veintimilla y seis de diciembre en
una zona más central en el reciente mes de julio. Su creación, contribuye a liberar, mermar, hacerle frente a
la desigualdad del sector editorial. Y la gran ilusión de fomentar el
pensamiento crítico, el imaginario, la potenciación de producción, distribución
de libros por parte de las autoras y autores nacionales en diferentes espacios.
Y visibilizar los materiales decentemente en la ciudad, ¿De qué sirve los
materiales guardados? y el auge de librerías cerradas.
El FCE abre sus puertas con un espacio agradable, una librería, una cafetería, auditorio para charlas –debates gratuitas de forma semanal con diferentes temáticas. Se vuelve un espacio vital de participación activa - ciudadana, el acercamiento a las diferentes materialidades propuestas por la diversidad de autoras y autores.
Coincidentemente fue gratificante asistir a dos charlas de personas muy queridas y valiosas en el Fondo de Cultura Económica: La una fue impartida por Jorge Luis Gómez, investigador y gran catedrático de filosofía entorno al pensamiento del político, narrador, pensador y diplomático José Rafael Bustamante fundador de la facultad de Filosofía en la Universidad Central del Ecuador y mirar su libro titulado: “Filosofía de la libertad" José Rafael Bustamante en coautoría con el historiador, abogado, Sebastián Donoso Bustamante. En la charla se debatió en torno a las reflexiones propuestas por Jorge Luis: La libertad de pensamiento y filosofía, la síntesis y anidación de lo diverso en una multiculturalidad, la filosofía y la academia, entre otros.
La charla de Carlos Peñaherrera se anunciaba bajo el título ¿Es necesario separar al artista del ser humanos para hablar de su obra? Con una fotografía blanco y negro de Hemingway semi desnudo con una escopeta en mano. Carlos, nos contaba anécdotas personales de su vida como fotógrafo, cantante de su grupo musical "El Sancocho", la comparación de su proceso de escritura, con el de esbozar un papel en blanco con líneas sencillas, que dan origen con naturalidad a sus textos, donde la ficción y vida aparecen fusionados en los materiales.
Las charlas se vuelven espacios necesarios para debatir colectivamente.
El FCE abre sus puertas con un espacio agradable, una librería, una cafetería, auditorio para charlas –debates gratuitas de forma semanal con diferentes temáticas. Se vuelve un espacio vital de participación activa - ciudadana, el acercamiento a las diferentes materialidades propuestas por la diversidad de autoras y autores.
Coincidentemente fue gratificante asistir a dos charlas de personas muy queridas y valiosas en el Fondo de Cultura Económica: La una fue impartida por Jorge Luis Gómez, investigador y gran catedrático de filosofía entorno al pensamiento del político, narrador, pensador y diplomático José Rafael Bustamante fundador de la facultad de Filosofía en la Universidad Central del Ecuador y mirar su libro titulado: “Filosofía de la libertad" José Rafael Bustamante en coautoría con el historiador, abogado, Sebastián Donoso Bustamante. En la charla se debatió en torno a las reflexiones propuestas por Jorge Luis: La libertad de pensamiento y filosofía, la síntesis y anidación de lo diverso en una multiculturalidad, la filosofía y la academia, entre otros.
La charla de Carlos Peñaherrera se anunciaba bajo el título ¿Es necesario separar al artista del ser humanos para hablar de su obra? Con una fotografía blanco y negro de Hemingway semi desnudo con una escopeta en mano. Carlos, nos contaba anécdotas personales de su vida como fotógrafo, cantante de su grupo musical "El Sancocho", la comparación de su proceso de escritura, con el de esbozar un papel en blanco con líneas sencillas, que dan origen con naturalidad a sus textos, donde la ficción y vida aparecen fusionados en los materiales.
Las charlas se vuelven espacios necesarios para debatir colectivamente.
La apertura del FCE en Quito es una realidad...Ahora las personas pueden armar su baúl personal
de necesidades intangibles...Llevarse muchos libros e ilusiones a casa…
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